Bilbao - El abandono que sufrió Juan Jesús, el vecino de Barakaldo que murió en las inmediaciones de la Rock Star de Megapark el 1 de mayo de 2012, resultó decisivo en su muerte, según confirmaron ayer los forenses que realizaron la autopsia. Además, confirmaron como causa de la muerte "la concatenación de un traumatismo craneoencefálico y una fractura nasal" que le provocó un abundante hemorragia que desencadenó en una muerte por asfixia de su propia sangre y que esta "ocurrió rápidamente, pudo ser en diez minutos".

En su declaración, en la quinta sesión del juicio que se sigue en la Audiencia Provincial de Bizkaia, los forenses revelaron que el cadáver fue hallado boca arriba con un gran charco de sangre en torno a la cabeza, donde presentaba diversas lesiones. En respuesta a una pregunta del jurado, afirmaron que la víctima recibió "entre tres y cinco golpes, no pudo ser uno solo". También confirmaron que "no presentaba signos de lucha o defensa" debido a que la víctima había perdido "capacidad de atención y reflejos" por el alcohol y los medicamentos ansiolíticos ingeridos.

En este sentido, los forenses indicaron que el fallecido dio en los análisis una tasa de alcohol en sangre de 2,63 que estaba "en fase de eliminación al haber dejado de beber una o dos horas antes de la muerte". Asimismo, matizaron que, por sus características, -Juan Jesús medía 1,80 metros y pesaba 101 kilos-, y atendiendo a su tolerancia al alcohol, ya que "tenía el organismo habituado", - puntualizaron-, "estaba bien, andaba, hablaba y estuvo discutiendo según los testigos, por lo que esas sustancias no interfirieron en su fallecimiento". Posteriormente, los forenses detallaron que la víctima presentaba también "una contusión en la parte izquierda del cuello y en el costado derecho" provocado "por patadas o puñetazos". No obstante, reiteraron que la muerte se debió a la suma del traumatismo craneal que le llevó a una conmoción cerebral con pérdida de conciencia y a la gran hemorragia derivada de la fractura nasal. Sin embargo, desvelaron que, si tras el impacto en la cara, se le hubiera colocado de lado hasta la llegada de las emergencias, "se podría haber evitado la asfixia mecánica". Este hecho llevó a la acusación particular a cambiar parte de sus calificaciones. Así, mantiene su petición de 15 años de prisión para los acusados por un delito de homicidio, con los agravantes de abuso de autoridad y alevosía, y con la consideración de que tras la agresión los acusados abandonasen a la víctima. Asimismo, la letrada incluyó que, subsidiariamente, se consideren los hechos como un delito de lesiones y homicidio imprudente penado con cinco años de cárcel, más el delito de omisión de socorro. La fiscalía mantiene la petición de 13 años de prisión y la defensa de A. S. P. C., El Ruso, considera que "no queda probado la participación de cada uno de los procesados en la agresión y que se trata de un delito de homicidio imprudente y de lesiones y solicita la eximente por adicción a las drogas y alteración psíquica. Por su parte, la defensa de E. S. L., negó que su defendido participara en la agresión y culpó a El Ruso de dar a la víctima una patada en la cara "que le hizo caer al suelo y le provocó el traumatismo craneal".