Bilbao. El director del Observatorio Toxicológico de la Juventud, Santiago Mintegi asegura que esas sustancias existen, "son las drogas de asalto sexual" y se utilizan desde hace años en Estados Unidos, "aunque aquí no hemos percibido hasta el momento ningún caso", afirma.
¿Se puede drogar a alguien echando alguna sustancia en su bebida?
Sí, técnicamente eso es posible. Hay sustancias que no son detectables por el paladar, ni por el olfato, ni por la vista del ser humano porque son inodoras, incoloras e insípidas y pueden ser introducidas en una bebida.
¿Qué efectos tienen?
Hacen que la persona pierda el control sobre su propia voluntad y además inhibe la génesis de recuerdos. Es fenomenal para que una persona pueda aprovecharse de otra porque la víctima no controla su voluntad y encima no recuerda lo sucedido. Es por eso por lo que, clásicamente, se utilizan para realizar agresiones sexuales. En Estados Unidos se están empleando desde hace años como drogas de asalto sexual y están descritas en ambientes de adolescentes y gente joven. No sé si lo que les sucedió a estos jóvenes en Gasteiz es lo mismo, pero técnicamente es posible.
¿Qué drogas pueden producir estos efectos?
La droga más clásica es el Gaba, el ácido gamma-hidroxibutírico. Es la droga más típica que se relaciona con esos casos.
¿Cuáles son los efectos secundarios?
En principio, a largo plazo ninguno. El efecto es a corto plazo y no es un efecto secundario de la droga en sí, sino de lo que le puedan hacer a la víctima durante los efectos.
¿Puede haber una sobredosis?
Depende de la cantidad que se utilice cualquier sustancia puede generar una intoxicación. Habitualmente, con el volumen que se utiliza la víctima mantiene un estado de semiinconsciencia; lo que se busca es que la víctima no pueda controlar su voluntad, que no pueda defenderse, pero tampoco se convierte en un autómata.
En los análisis que les realizaron a estos jóvenes no había drogas.
Es que no todas las sustancias son detectables aunque se vaya a un hospital. Hay drogas que solo se detectan en laboratorios especializados y en un caso de este estilo son cosas que se descubren muy a posteriori. Además, las sustancias tienen un tiempo de eliminación.
Por lo que les explicaron a estos jóvenes, solo hay unas siete drogas clasificadas y el resto no aparecen en los análisis.
Eso puede pasar. El mundo va mucho más rápido de lo que van algunos avances. Hay muchas drogas de abuso que todavía no son detectables en los laboratorios de utilización habitual, no solo de los hospitales sino de los centros de referencia.
¿Conoce más casos de este tipo?
Tajantemente, no. Nosotros coordinamos las intoxicaciones de 51 hospitales de todo el Estado, atendemos intoxicaciones en el servicio de urgencias pediátrico hasta los 14 años y no hemos visto ningún caso de este estilo en los últimos cinco años. Es algo inhabitual. Eso no quiere decir que no sucedan, tal vez en adultos, porque no todo el mundo a quien le pasa acude a estos servicios, pero tampoco creo que se den estos casos de forma habitual en personas adultas.