Bilbao. "Ha sido horroroso. Violento. Esto es lo que nos hacen los gitanos todos los días. Nos agreden. Nos hacen la vida imposible a mi hijo de 23 años, a mi marido y a mí". Con estas palabras, sumida en un ataque de nervios, relataba la madre de una de las víctimas de la reyerta que se produjo el domingo en el barrio baracaldés de Cadagua. La violenta pelea entre uno grupo de jóvenes, algunos de etnia gitana, dejó como resultado dos heridos, uno de gravedad, y un detenido, un joven de 23 años, vecino del barrio.
La Ertzaintza ha abierto una investigación para esclarecer los motivos que provocaron la pelea en medio de la calle. Las manchas de sangre, visibles en la acera, reflejan la dureza de la disputa que, al parecer, y según testigos de lo sucedido, ha llegado tras muchas provocaciones. "Es insoportable. Hacen lo que les da la gana. Vienen y nos insultan, día sí y día también. A la mujer le han arrancado hasta el pelo", relatan vecinos de Cadagua.
Pero los insultos van mucho más allá. "Llegan y lanzan bolsas llenas de piedras. El otro día, un niño de dos años le tiró a mi niña un paquete lleno de piedras. Menos mal que no le hizo nada. No se puede aguantar tanto, al final la paciencia se termina", comentaba otra vecina del barrio.
El suceso, que se produjo pasadas las ocho de la tarde mantiene en vilo a los vecinos. Para evitar nuevos altercados, la Policía vasca montó un dispositivo de vigilancia para evitar posibles altercados en la zona. "La situación es insostenible", insiste otro de los vecinos.
DE INSULTOS A NAVAJAZOS La trifulca comenzó con un cruce de insultos. Después, en plena calle se iniciaban los golpes y patadas. "Lo único que he visto es que un grupo de gitanos venía hacia aquí. Si el chaval se cae en la calle, le cosen a navajazos y lo matan. Menos mal que ha estado rápido que si no le matan en plena calle", comentaba otra vecina del barrio baracaldés de Cadagua.
Según testigos presenciales la pelea provocó momentos de gran dureza y tensión. Un vecino llamó a la Ertzaintza que se personó en el lugar de la pelea. "Cuando vi lo que venía me dio tanto miedo que me metí en mi casa", afirmaba la mujer. Cuando la Policía vasca se personó en la calle Cadagua se encontró en el lugar del suceso a uno de las víctimas tendida en el suelo, con heridas por arma blanca. Una ambulancia se encargó de trasladarle al hospital San Eloy. El otro, el más grave, fue recogido por familiares y conducido en coche hasta el hospital de Cruces.
Fue precisamente en este centro hospitalario donde la noche del domingo también se vivieron instantes de mucha tensión con amenazadas de muerte entre familiares de los dos heridos. El único detenido en la reyerta ha pasado a disposición judicial.