Galdakao. La dramática estadística de muertes en carreteras sumó ayer dos nuevas víctimas en Galdakao como consecuencia de la brutal colisión de un monovolumen contra un árbol ubicado en el margen de la carretera que recorre la crestería del Ganguren. Los fallecidos, un varón y una mujer, son una pareja joven, ambos de 27 años, vecinos de Bilbao y Santurtzi.
Según informaron fuentes del departamento de Interior, el mortal accidente se produjo sobre las cuatro y cinco de la tarde en la carretera BI-3732, un vial de poca circulación con muchos tramos rodeados de bosques y que permite conectar la zona de ocio de El Vivero, en el monte Ganguren, con el cruce de El Gallo, todo ello en el termino municipal de Galdakao.
Según las primeras investigaciones llevadas a cabo por la sección de Atestados de la Ertzaintza en el lugar de los hechos, el suceso se ha registrado después de que el vehículo, en el que viajaban los dos únicos ocupantes, se saliera de la calzada, cayera por una ligera pendiente y colisionara contra uno de los pinos del bosque colindante.
Los investigadores analizan cuáles fueron las circunstancias del siniestro y por qué el conductor del vehículo, un monovolumen Citroën Xsara Picasso, perdió el control y se salió de una carretera que bajaba con no demasiada pendiente en este punto. La posición en que ha quedado el vehículo, golpeado por el lado del acompañante, y lo destrozada que ha quedado la carrocería dejan intuir que el impacto fue brutal. Uno de los miembros de los servicios de auxilio que se desplazó al lugar indicó a DEIA que "el coche se ha doblado por el impacto". Como consecuencia de la colisión los dos ocupantes del vehículo han quedado atrapadas en el interior, muriendo en el acto.
El dispositivo de emergencias movilizado fue completo. Efectivos de la Ertzaintza, Policía Municipal, ambulancias de la DYA, Bomberos de Diputación y hasta el helicóptero de Osakidetza acudieron al lugar. Sin embargo, las dos víctimas ya eran clave negra (indicativo de emergencias que informa como las implicados han fallecido) y al final los servicios sanitarios no pudieron más que certificar su fallecimiento.
Fueron los bomberos forales los que tuvieron que utilizar el cortachapas para extraer del monovolumen siniestrado los dos cuerpos sin vida. Los dos cadáveres fueron depositados en el margen de la carretera hasta que llegó el juez de guardia para ordenar el levantamiento de los cuerpos. Mientras se prolongó todo el operativo, la carretera estuvo cerrada al tráfico por la Ertzaintza. Las dos víctimas fueron trasladadas al Servicio de Patología Forense de la capital vizcaina por orden judicial. La Policia vasca ha abierto una investigación para determinar las causas del siniestro.