Los miomas uterinos son tumores frecuentes del aparato genital femenino. En la mayoría de los casos son asintomáticos y se diagnostican en una revisión habitual del ginecólogo, en la exploración o por ecografía, ya que aparecen en la pared del útero. No obstante, en ocasiones provocan sangrado menstrual abundante o fuera de regla, dolor o distensión abdominal cuando tienen ya gran tamaño, o incluso infertilidad, como explica el doctor Ignacio Lobo, jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud Bizkaia.

Se producen por una alteración cromosómica o genética de las propias células, que empiezan a crecer, dando lugar a miomas únicos o múltiples y la raza más condicionante es la negra, certifica este especialista.

Los miomas son asintomáticos en la mayoría de los casos y se diagnostican en una revisión habitual del ginecólogo. Markel Fernández

Al ser tumores hormonodependientes, esto es, que dependen del estímulo hormonal, hacen su aparición en la edad fértil, a partir de los 20 años y hasta la menopausia, tras la cual suelen dejar de crecer e incluso disminuir de tamaño, por lo general. Si bien el Dr. Lobo advierte que “existen diversos factores ambientales que actúan como estímulo hormonal disruptivo, como por ejemplo, la alimentación, algunos cosméticos… favoreciendo su aparición. Evitarlo es complicado –asegura–, quizás seleccionando mejor lo que comemos y bebemos, y en general modificando el estilo de vida, pero no es posible hasta el punto de que ello suponga una reducción de la aparición o del crecimiento del tumor”.

Alta incidencia

En cuanto a su incidencia actual, estudios en pacientes determinan que casi un 70% de mujeres van a tener miomas. “Un porcentaje altísimo, lo cual no quiere decir que eso vaya a suponer ningún problema para ella, de hecho, la gran mayoría son asintomáticos a lo largo de la vida”, puntualiza el doctor Lobo respecto a su impacto en la vida de la mujer.

La situación se complica cuando alcanzan gran volumen –en ocasiones incluso se pueden palpar–, ya que además de los síntomas citados como sangrados, dolor, distensión abdominal y dificultades para conseguir embarazo o aumento de abortos, llevan asociados otros como la frecuencia miccional si la vejiga está comprimida por el útero, o estreñimiento cuando ejercen presión sobre el recto, tal y como explica el jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud Bizkaia.

El doctor Ignacio Lobo apuesta por técnicas innovadoras mínimamente invasivas cuando es necesario extirpar los miomas. Hospital Quirónsalud Bizkaia

Para confirmar su localización y tamaño, la prueba estándar de diagnóstico es la ecografía, además de la exploración. Es rápida y no invasiva, no provoca ningún dolor y se realiza en la consulta. “Con la ecografía transvaginal o abdominal podemos delimitar el número y tamaño de los miomas. Ahora bien, en algunos casos, utilizamos otras técnicas. La más compleja es la resonancia magnética, que permite distinguirlos con precisión. Y en algunas circunstancias puntuales podemos ayudarnos de una técnica llamada histeroscopia, consistente en una cámara que se introduce en el útero para visualizar los miomas que están en la cavidad y nos permite también extirparlos si es necesario”, puntualiza.

Opciones de tratamiento

Respecto a las opciones de tratamiento, si no dan síntomas, con la observación y el control de los mismos es suficiente. Cuando empiezan los primeros síntomas, estos se suelen manejar utilizando tratamientos hormonales. Por ejemplo, se puede colocar un DIU hormonal dentro del útero para evitar el sangrado o recurrir a medicación específica que puede llegar a cortar el sangrado en los casos más agresivos.

Si los miomas no dan síntomas, es suficiente con la observación y el control de los mismos

A este respecto, el doctor Lobo avanza que “desde hace relativamente pocos años optamos por utilizar los fármacos llamados antagonistas, que actúan en negativo contra la hormona GNRH, similarmente a lo que hacían los tratamientos análogos. Estas medicaciones disminuyen la producción hormonal y hacen que disminuyan los miomas y los sangrados. En concreto, hoy en día el tratamiento más novedoso y eficaz es Yselty (Linzagolix), que se administra en un comprimido diario”.

Cuando los síntomas de la paciente son importantes y no se pueden controlar con tratamientos médicos es necesario plantear la cirugía para quitar los miomas. O bien si surgen problemas de esterilidad y cuando alcanzan un tamaño de 5 o 6 centímetros y van deformando y destruyendo el útero.

Hoy en día el tratamiento más novedoso y eficaz para los síntomas es Yselty (Linzagolix), que se administra en comprimidos diarios

“En pacientes jóvenes, lo habitual es extirpar solo los miomas pero en otros casos, como en mujeres de más edad o que ya han cumplido su deseo de ser madres, a veces la solución rápida y eficaz al cien por cien es retirar el útero. Eso sí, nunca quitamos los ovarios, que seguirán con su función hormonal. De esta forma, la paciente dejará de tener reglas y no podrá tener hijos pero no va a estar menopáusica. Así recupera calidad de vida”, afirma el doctor.

Con todo, recalca que “como ginecólogos, siempre tenemos que ser lo más conservadores posible, es decir, ofrecer la mejor solución que implique el menor daño a la paciente y a partir de ahí todo se consensúa con ella. Es decir, al tratarse de un tumor benigno, cuentan mucho la preferencia de la paciente y los objetivos buscados”.

Si el mioma crece excesivamente rápido y hay sospecha de que se trate de un sarcoma (tumor maligno) se propone a la paciente un tratamiento quirúrgico rápido, que va más allá incluso de extirpar el mioma, proponiendo quitar el útero “para evitar males mayores”. En estos casos, junto a una analítica, la resonancia magnética apunta con más precisión si el mioma tiene más indicios de ser maligno.

Aparatología en la consulta de ginecología. Markel Fernández

Tipos de cirugía

Desde su experiencia como ginecólogo quirúrgico, el jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud Bizkaia aborda los diferentes tipos de cirugía que existen para eliminar los miomas. Así, detalla que los miomas submucosos del interior del útero los retiran por histeroscopia, introduciendo una cámara en el interior del útero. Su principal ventaja es que no produce cicatrices y es una cirugía ambulatoria que permite hacer vida normal un día después.

“El resto de miomas los operamos con cirugía mínimamente invasiva llamada laparoscopia abdominal, en la que se introduce una cámara en el abdomen por el ombligo y se llevan a cabo pequeñas incisiones de medio centímetro en la pelvis para abrir el útero, quitar el mioma y suturarlo para repararlo. La cirugía abierta se realiza únicamente en los casos extremos, en los que es necesario abrir el abdomen para poderlos abordar”, concreta.

Si el mioma no está dentro de la cavidad uterina, desde hace unos años se recurre a la laparoscopia transvaginal, que llega al útero haciendo un orificio en la vagina.

Avances: procedimientos más seguros y menos invasivos

En la cirugía de miomas se suceden los avances que apuntan a procedimientos más seguros y menos invasivos para la paciente. En este sentido cabe apuntar la estandarización completa de la cirugía laparoscópica, y la cirugía V-Notes para casos concretos. Esta última permite hacer la miomectomía (cirugía para extirpar los miomas) para miomas únicos, de tamaño mediano (6-7 cm. máximo) y localizados solo delante o detrás, mejorando la experiencia quirúrgica y la recuperación postoperatoria al eliminar las cicatrices en el abdomen. Con V-Notes se llevan a cabo en gran medida las histerectomías (eliminación del útero).

Precisamente, el doctor Ignacio Lobo introdujo en el Estado esta innovadora cirugía en el año 2020 y bianualmente imparte cursos en el Hospital Quirónsalud Bizkaia para formar a otros ginecólogos en esta técnica.

Los avances apuntan a procedimientos más seguros y menos invasivos para la paciente, como la cirugía laparoscópica y la V-Notes

Por su parte, la cirugía robótica se suma también a los avances en el ámbito quirúrgico, si bien “a nivel ginecológico no acaba de instaurarse, en gran medida por su elevado coste económico”, expone el Dr. Lobo.

Mínima invasión, rápida recuperación

En cuanto a los factores que tienen más peso a la hora de decidir qué tipo de intervención es la más apropiada en cada caso, miomectomía o histerectomía, y qué técnica quirúrgica se utilizará para ello, en primer lugar se sitúan las preferencias de la paciente. “Hoy por hoy, aportamos nuestro criterio pero sin decidir por ella. Se habla con ella y todas las decisiones son consensuadas”. A partir de ahí, la tendencia es la mínima invasión para una rápida recuperación. Tenemos que ver cuál es el objetivo a conseguir y desde el prisma de generar el menor daño posible”, subraya.

Según la técnica quirúrgica utilizada, el postoperatorio varía. La cirugía laparoscópica para extirpar miomas es mínimamente invasiva frente a la cirugía abierta. Ha marcado un antes y un después. Solo precisa 24 horas de ingreso y únicamente provoca leves molestias que se tratan con analgésicos.

La elección del ginecólogo de referencia es fundamental, especialmente ante un tratamiento quirúrgico. Markel Fernández

Ante un problema de infertilidad provocado por la existencia de miomas, la cirugía puede mejorar las posibilidades de embarazo o preservar la salud reproductiva de la mujer. “En pacientes con problemas de esterilidad, con miomas submucosos, los resultados de la operación por histeroscopia son increíbles en materia de fertilidad. Cuando los miomas son más grandes y se recurre a la laparoscopia para eliminarlos, la solución es también eficaz. Y si la paciente tiene alteraciones de las trompas, estas se pueden retirar por cirugía V-Notes”.

Por último, a una mujer diagnosticada con miomas que se enfrenta a la decisión de un tratamiento quirúrgico, el doctor Ignacio Lobo le recomienda elegir bien el ginecólogo, para que le explique todo adecuadamente, y confiar en este profesional, sin miedo, porque para extirpar un mioma, una vez estudiado cada caso al detalle, el riesgo de tener que quitar el útero es mínimo. “Las cirugías para extirpar miomas son seguras y eficaces para los objetivos perseguidos”, concluye el doctor Lobo, el cual también recomienda leer su reciente primer libro publicado en Amazon Tengo un mioma y ¿ahora qué? en el que explica todo lo relacionado con este tema de una forma sencilla para todas las personas.