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El grave error que estás cometiendo con la fruta cortada del súper

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición lanza una advertencia contundente

El grave error que estás cometiendo con la fruta cortada del súperFreepik

Cada vez más consumidores eligen comprar fruta cortada en el supermercado: piña, melón, mango, sandía… La oferta es amplia, colorida y, sobre todo, muy cómoda. Pero detrás de esa comodidad se esconde un riesgo que muchos desconocen.

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha lanzado una advertencia contundente: el consumo de fruta ya cortada puede suponer un peligro si no se conserva de forma adecuada. Y con la llegada del calor, el riesgo aumenta.

En varios supermercados venden la fruta cortada.

¿Por qué es peligrosa la fruta cortada?

La fruta, cuando está entera, tiene una protección natural: su piel. Al retirarla, se rompe esa barrera frente a las bacterias y se expone su interior, rico en agua y azúcares, a posibles contaminaciones.

Según el último informe del Comité Científico de la AESAN, mantener fruta cortada fuera del frigorífico durante más de tres horas o a temperaturas superiores a 25 ºC puede facilitar la proliferación de microorganismos, algunos de ellos muy peligrosos para la salud.

“El almacenamiento a temperatura ambiente del melón, sandía, papaya y piña cortado por la mitad puede suponer un riesgo sanitario”, señala el organismo.

Claves para consumir fruta cortada de forma segura

La fruta ya troceada puede ser segura, siempre que se sigan estas recomendaciones:

  • Nunca exponerla a temperaturas por encima de 25 ºC por más de 3 horas.
  • Refrigerarla por debajo de 5 ºC tan pronto como sea posible.
  • Evitar cortar frutas excesivamente maduras o con heridas en su superficie.
  • Conservarla lejos de la luz directa del sol y en espacios ventilados.

Aunque muchas veces vemos bandejas de fruta en mostradores sin refrigeración, eso no significa que sea seguro. La rapidez con la que se desarrollan ciertos patógenos, especialmente en climas cálidos, hace que cada minuto cuente.

¿Qué bacterias pueden esconderse en la fruta?

Dos de los principales enemigos invisibles en estos productos son la Salmonella y la Escherichia coli (E. coli). Ambas pueden encontrarse en frutas mal lavadas o contaminadas durante el proceso de manipulación o almacenamiento.

Lo más preocupante es que no alteran el aspecto ni el olor de la fruta. Es decir, pueden parecer completamente frescas… pero estar contaminadas.

Principales síntomas tras su consumo:

  • Diarrea
  • Fiebre
  • Náuseas
  • Vómitos
  • Cansancio y debilidad

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salmonela es una de las principales causas de enfermedades diarreicas en el mundo. Aunque la mayoría de los casos son leves, en personas vulnerables (niños, mayores o inmunodeprimidos) pueden derivar en complicaciones graves.

No todas las frutas se comportan igual

El informe de la AESAN también aclara que el comportamiento microbiano varía según el tipo de fruta. Por ejemplo:

  • Melón, sandía y papaya: permiten el crecimiento de patógenos si no se refrigeran.
  • Piña: gracias a su bajo pH, dificulta el desarrollo bacteriano, por lo que presenta menor riesgo.

Esto no significa que podamos relajarnos con la piña, pero sí que hay niveles de riesgo distintos según el producto.

Consejos prácticos al comprar fruta cortada

Si decides seguir comprando fruta lista para comer, ten en cuenta estos consejos:

Te puede interesar:

  • Descarta frutas con heridas, golpes o aspecto dañado.
  • No las dejes en remojo, puede facilitar la entrada de bacterias al interior.
  • Lávalas antes de consumirlas, aunque estén peladas.
  • Evita el contacto con carnes, pescados o huevos para impedir la contaminación cruzada.

Comprar fruta cortada puede parecer una buena opción cuando tienes poco tiempo, pero una mala conservación puede convertir ese hábito en un riesgo sanitario real. Lo ideal es comprobar siempre la temperatura, el estado del producto y consumirlo lo antes posible. Tu salud no vale una bandeja mal refrigerada.