Se acerca junio, el mes más temido por los estudiantes de segundo curso de Bachillerato, y es que muchos de ellos, en solo unos días, se jugarán su futuro. Deberán enfrentarse a las pruebas de acceso a la universidad cuyo resultado, en muchos casos, condicionará cómo va a ser su vida a partir de ese momento.
En la mayoría de las comunidades autónomas, a excepción de Catalunya y Canarias, los exámenes de la convocatoria ordinaria de la EvAU, EBAU, PAU o Selectividad, en cualquiera de sus denominaciones, serán los días 3, 4 y 5 de junio.
Para que los estudiantes obtengan el mejor rendimiento académico, es fundamental prestar atención a su alimentación. Sin embargo, Patricia Martínez, dietista-nutricionista y profesora colaboradora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), señala que no basta con seguir una dieta adecuada en los días de las pruebas: "No podemos pensar que existe una dieta especial para que de pronto nuestro cerebro se active: realmente esto debe formar parte de los hábitos", afirma la experta.
Memoria y concentración
Cuando el cansancio y la falta de sueño hacen mella en los estudiantes, es importante darles un buen empujón también a través de la alimentación. La experta recomienda alimentos ricos en ácidos grasos y vitamina B12.
Los ácidos grasos omega-3 (pescado azul) y los ácidos grasos omega-6 (frutos secos y semillas) mejoran la memoria, la atención y la velocidad mental, mientras que la vitamina B12, por su parte, presente en quesos y carnes, sostiene la velocidad de procesamiento mental y previene la fatiga cerebral, la falta de concentración y las alteraciones en la memoria a corto plazo.
Los flavonoides (frutos rojos o chocolate negro) también deben estar presentes en la dieta, ya que mantienen la mente más despierta, reducen el daño oxidativo y mejoran las funciones cognitivas.
Las proteínas y los carbohidratos (huevos y cereales integrales) aportan una valiosa energía al cerebro. De hecho, la Academia Española de Nutrición y Dietética destaca que los hidratos de carbono complejos deben representar entre el 45% y el 65% de la ingesta diaria en los estudiantes, dando prioridad a fuentes de bajo índice glucémico para mantener los niveles de energía estables.
Patricia Martínez recomienda incorporar estos alimentos a la dieta de los estudiantes al menos tres meses antes de la Selectividad, puesto que los nutrientes requieren semanas de consumo regular para mostrar mejoras significativas en la función cognitiva.
Apunta, además, a dos factores básicos para optimizar el rendimiento académico: dormir suficiente (no menos de 6 horas) y evitar dietas extremas que puedan provocar hipoglucemias, alteraciones en el estado de ánimo y una disminución de la capacidad de concentración.
Para los días de exámenes...
Los consejos de la experta para el día D arrancan ya en la víspera, cuando se deberán evitar las cenas copiosas. En los desayunos se deben incluir farináceos (como el pan de cereales), frutos secos, frutas, aguacate y alguna proteína, como el huevo. Hay que evitar a toda costa la bollería, los azúcares rápidos y los alimentos procesados.
Es muy importante no saltarse ninguna comida para evitar bajadas de energía y, entre un examen y otro, se puede tomar algún tentempié ligero como fruta, chocolate negro o frutos secos para mantener los niveles de energía.
Bebidas
La principal fuente de hidratación debe ser siempre el agua. Martínez señala que una deshidratación leve puede mermar la memoria de trabajo y el estado de alerta.
La cafeína, por su parte, en dosis moderadas, puede favorecer bastante el rendimiento cognitivo y mejorar la atención, la velocidad de procesamiento y la memoria de trabajo.
Frente a ello, durante esos días se deben evitar las bebidas energéticas con altos niveles de taurina, cafeína y azúcar; estas, al alterar los niveles de cortisol, perjudicarán al descanso causando insomnio, ansiedad y alteraciones del ritmo circadiano.
Martínez insiste en la necesidad de mantener durante todo el tiempo de preparación de los exámenes una alimentación saludable, con pequeñas pausas para tomar alimentos nutritivos, hidratarse correctamente y respetar los tiempos del sueño.
En su opinión, son unas medidas sencillas pero cruciales para llegar a esos temidos días en las mejores condiciones posibles.