Las mujeres que se quedaron embarazadas utilizando tecnologías de reproducción asistida tienen más del doble de probabilidades de desarrollar preeclampsia que las que tuvieron embarazos tradicionales

La preeclampsia es una complicación relacionada con el embarazo que conlleva hipertensión arterial de nueva aparición y posibles daños orgánicos que suponen un grave riesgo para la embarazada y el bebé.

 Las tecnologías de reproducción asistida engloban todas las intervenciones que implican la manipulación in vitro de óvulos, espermatozoides o embriones extraídos con fines de embarazo, incluidas la fecundación in vitro (FIV), la inseminación intrauterina y otras técnicas.

Los embarazos asistidos, logrados mediante tecnologías de reproducción asistida, pueden ser tradicionales (en los que la persona gestante tiene una conexión genética con el embrión) o gestacionales (sin conexión genética con el embrión).

Según un estudio presentado en la Sesión Científica Anual del Colegio Americano de Cardiología junto con el Congreso Mundial de Cardiología, las complicaciones cardiovasculares de los embarazos asistidos por tecnologías hacen necesario incorporar una atención cardiovascular dedicada al seguimiento rutinario de las pacientes que conciben mediante tecnologías de reproducción asistida.

Utilizando datos de la Base de Datos Nacional de Muestras de Pacientes Hospitalizados, los investigadores evaluaron las tasas de complicaciones cardiovasculares de 5.874 embarazos asistidos por tecnología y más de 2,2 millones de embarazos tradicionales entre 2016 y 2018.

Lo primero que examinaron fueron las tasas de problemas cardiovasculares como ritmos cardíacos anormales, ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca, edema pulmonar, complicaciones relacionadas con los vasos sanguíneos, preeclampsia y diabetes gestacional entre los dos grupos.

Al compararlos, los investigadores descubrieron que las personas con embarazos asistidos por tecnología tenían el doble de probabilidades de desarrollar preeclampsia que las personas con embarazos tradicionales.

Síntomas

La preeclampsia provoca diversos síntomas y complicaciones y puede derivar en eclampsia, una enfermedad potencialmente mortal caracterizada por convulsiones y/o coma en la embarazada, cuyo tratamiento curativo es el parto. También tiene consecuencias a largo plazo, como un alto riesgo de preeclampsia en futuros embarazos y un riesgo elevado de enfermedad renal y problemas cardiovasculares, como arteriopatía coronaria, ictus e insuficiencia cardiaca en etapas posteriores de la vida.

Aunque el estudio no examinó los mecanismos que subyacen a esta asociación, los investigadores señalaron que la placenta puede desarrollarse de forma diferente en algunos embarazos con tecnologías de reproducción asistida que en los embarazos tradicionales, lo que aumenta la probabilidad de preeclampsia.

El análisis inicial también halló tasas más elevadas de taquicardia supraventricular (frecuencia cardiaca más rápida de lo normal), edema pulmonar (acumulación anormal de líquido en los pulmones) y diabetes gestacional entre los embarazos asistidos por tecnología.

Los investigadores señalan que estas diferencias no fueron estadísticamente significativas en el análisis por grupos emparejados, lo que sugiere que las asociaciones previas al emparejamiento se debieron probablemente a factores de confusión. En la inmensa mayoría de los 5.874 embarazos del grupo de técnicas de reproducción asistida, la gestante estaba genéticamente emparentada con el embrión, y sólo 190 correspondieron a madres de alquiler gestacionales.

Los investigadores también señalaron que las madres de alquiler gestacionales eran, de media, más jóvenes y sanas que las personas que recurrían a la FIV u otras tecnologías reproductivas para lograr el embarazo con un embrión genéticamente emparentado, lo que podría explicar en parte por qué el análisis halló un riesgo relativamente menor de preeclampsia entre las madres de alquiler gestacionales.