En una de cada cuatro familias españolas, alguno de sus miembros o alguien de su entorno ha consumido por primera vez ansiolíticos en el último año 2022 , según el XII Barómetro de las Familias en España de The Family Watch.

 El informe muestra que “tras estos años de pandemia y declive económico, las familias comienzan a sentir su impacto, desde el punto de vista psicológico, en la incertidumbre e inestabilidad”.

 Además, de los datos se desprende que la situación afecta especialmente a las familias con hijos menores a cargo, en las que el porcentaje de aquellas que han consumido por primera vez algún ansiolítico aumenta hasta el 28%, tres puntos más que la media.

 Un dato preocupante es que el deterioro de la salud mental ha sido más intenso en las familias con hijos menores

 Otros resultados preocupantes del estudio son que más de la mitad de los entrevistados reconoce que, ellos mismos o alguien de su entorno, ha sufrido preocupación, irritabilidad, alteración del sueño o angustia, durante el último año.

En cuanto a las causas de este deterioro de la salud mental, en los adultos, el estudio destaca las dificultades económicas, el sentimiento de soledad, la incertidumbre en general  y la sensación de soledad

Mientras, en el caso de los jóvenes, los motivos tienen que ver con la influencia de las redes sociales, el aumento del bulling en los colegios y la baja autoestima.

“El significativo deterioro de la salud mental y el incremento de las cifras de los problemas psicológicos demuestran que las familias necesitan estabilidad, que se las ayude y fortalezca y por tanto alejarlas de la incertidumbre y los vaivenes ideológicos o políticos. Hasta que esto no suceda, no podremos revertir las pésimas cifras de demográficas que tenemos en nuestro país”, ha valorado la directora general de la Fundación The Family Watch, María José Olesti.

Respecto a la situación económica, más de la mitad de las familias encuestadas considera que la situación económica actual en España es mala y un 24% cree que será peor, registrándose niveles de pesimismo similares a los de la crisis sanitaria (en 2021) o a los de la crisis financiera (en 2012-2013).

Según el estudio, esta incertidumbre e inestabilidad también afectan a la hora de formar una familia y, en este sentido, más del 80% de los encuestados considera que actualmente existen más dificultades para formar una familia que en generaciones anteriores.

 Así, el estudio revela que tener hijos sigue siendo la última prioridad de los menores de 45 años en España aunque ha aumentado hasta un 62% el porcentaje de los jóvenes que tienen el deseo de formar una familia. Por delante se sitúan otras prioridades como prosperar en el trabajo, viajar y conocer otras culturas y ampliar la formación. Ahora bien, existe la percepción de que la familia está bien valorada social y laboralmente.