Las tiendas de chucherías se presentan ante nuestros ojos como un atractivo mundo de formas, sabores y colores. Recorrer sus pasillos repletos de golosinas nos devuelve a la niñez y lo más probable es que terminemos dándonos un capricho con alguno de esos dulces. 

Pues bien, las chucherías no son saludables y, tanto niños como adultos, deben consumirlas de forma muy esporádica. Su excesivo contenido en azúcar puede resultar dañino para la salud y, además de causar lo que los expertos denominan como “adicción al azúcar”, aumenta el riesgo de obesidad, caries y desnutrición.

Si tienes más de 40 años y entre tus golosinas favoritas está el regaliz negro, debes saber que su excesivo consumo encierra un enorme peligro para tu salud. De hecho, según la Agencia para la alimentación y fármacos de Estados Unidos (FDA), comer dos onzas de regaliz negro (65 gramos) al día durante dos semanas podría enviarte al hospital.

La causante de este peligro es la glicirricina, un compuesto endulzante que le da al regaliz negro su sabor característico y que se extrae de las raíces de la propia planta, un arbusto de crecimiento lento nativo de Sudáfrica, pero que se cultiva sobre todo en Turquía, Grecia y Asia.

Tradicionalmente este extracto se utilizaba en hierbas medicinales y tés para tratar el asma, la tos seca, la bronquitis y algunas infecciones causadas por virus. Hoy en día se usa fundamentalmente como edulcorante en dulces, bebidas y chicles

Regalices pequeños de distintos colores. Freepik

¿Y por qué es peligrosa la glicirricina? Esta sustancia, consumida en exceso, puede ocasionar una peligrosa caída de los niveles de potasio en sangre, un nutriente imprescindible para el organismo. Si esto sucede, la persona puede presentar un ritmo cardíaco anormal, así como presión arterial alta, hinchazón, aletargamiento, latidos cardíacos anormales e incluso insuficiencia cardíaca

La FDA señala que los niveles de potasio en el cuerpo suelen restablecerse sin problemas para la salud una vez que dejas de consumir regaliz negro. Por todo ello, puntualiza que no es malo comer regaliz, pero sí es importante hacerlo siempre con medida. En el caso de que te pases, si notas algún tipo de alteración en tu ritmo cardíaco, deja de consumirlo de inmediato y consulta a un médico.  

¿Por qué es negro el regaliz negro?

Si hace unos años las únicas variedades de regaliz que había en las tiendas eran el negro o el rojo, ahora la oferta es infinita y puedes encontrarlos en todos los colores que puedas imaginar: rosas, verdes, naranjas, azules, amarillos, de varios colores, etc. 

Bastones, tubos rellenos, monedas, ruedas, espirales, ositos... son solo algunas de las múltiples formas en las que puedes encontrarlos y, eso sí, todos ellos con ese brillo que les proporciona la cera de abeja y que los hace irresistibles. 

Regalices extralargos colocados en una tienda de chucherías. Freepik

En el caso del regaliz negro, este se elabora a partir de los extractos que se obtienen de las raíces de la propia planta, materias endulzantes y un agente espesante que puede ser almidón, harina de trigo o goma arábiga. Puede contener aromatizantes como la menta, el anís o la violeta, además de melaza, la sustancia que le da ese color negro. Para su preparación se mezcla el jugo obtenido de las raíces del regaliz con los ingredientes ya mencionados hasta obtener una pasta. 

Por su parte, el regaliz rojo, que en su día se hizo para crear una nueva versión del original, el negro, debe su color a sus componentes. En lugar de utilizar extractos de la raíz de la planta del regaliz se puede hacer con frutos rojos como fresas, frambuesas o cerezas y canela.  

Ahora ya lo sabes, si te apasionan los regalices negros no tienes por qué renunciar a ellos, pero eso sí, debes consumirlos de forma ocasional y con mucha moderación para que no terminen causando un serio perjuicio a tu salud.