Las mujeres obesas que usan anticonceptivos orales que contienen estrógeno y progestina tienen un riesgo 24 veces mayor de tromboembolismo venoso (TEV), en comparación con las mujeres no obesas que no usan los medicamentos, según aparece publicado en la revista de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC).

“Está bien establecido que tanto la obesidad como los anticonceptivos que contienen estrógeno son factores de riesgo de TEV. A pesar de esto, las mujeres obesas continúan recibiendo estos medicamentos. La evidencia científica indica que la obesidad y los anticonceptivos orales combinados tienen un efecto sinérgico sobre el riesgo de TEV y esto debe ser considerado en las decisiones de prescripción. Los productos de progestágeno solo, incluidas las píldoras, los dispositivos intrauterinos o los implantes, son una alternativa más segura a la píldora combinada en mujeres con exceso de peso”, señala el investigador principal del estudio el profesor Giuseppe Rosano del IRCCS San Raffaele Pisana, Roma, (Italia).

El artículo destaca la evidencia más reciente sobre los efectos independientes de la obesidad y los anticonceptivos, y sus efectos sinérgicos, sobre el riesgo de TEV y brinda recomendaciones clínicas.

TEV es un coágulo de sangre en una vena e incluye dos condiciones potencialmente mortales: trombosis venosa profunda y embolia pulmonar.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la prevalencia mundial de la obesidad casi se triplicó entre 1975 y 2016, con un 15% de mujeres adultas obesas.

El riesgo de TEV aumenta progresivamente con el índice de masa corporal (IMC), y en mujeres obesas es más del doble que en mujeres no obesas.

La obesidad tiene el impacto más sustancial en las mujeres con TEV menores de 40 años, que tienen un riesgo cinco veces mayor en comparación con las mujeres no obesas.

“El riesgo particularmente alto en mujeres obesas menores de 40 años es importante, ya que es a esta edad que muchas buscan anticoncepción”, advierte el profesor Rosano, quien considera que estas mujeres, si toman estos aniconceptivos, deben tomar medidas para limitar sus otros factores de predisposición a la enfermedad cardiovascular, por ejemplo, dejando de fumar y aumentando sus niveles de actividad física”.