Auténtica joya natural, la Senda del Oso atraviesa los concejos asturianos de Quirós, Santo Adriano, Proaza y Teverga, y linda con gemas escondidas como el pueblo medieval de Bandujo, Banduxu en asturiano. La senda es una pista peatonal y cicloturista de baja dificultad que facilita la observación de osos y que ofrece casas y apartamentos rurales en Teverga.

Los cuatro concejos que atraviesa la senda componen la comarca de los Valles del Oso, por ser refugio de una de las últimas poblaciones de Oso Pardo Cantábrico, una de las tres especies de la especie que existen en Europa. Discurre sobre una antigua vía de ferrocarril minero, lo que hace que su trayecto sea de baja dificultad y con apenas desnivel. 

Senda verde con 40 kilómetros de recorrido natural entre montes, con tramos entre puentes y túneles iluminados, tiene uno de sus mayores puntos de interés en el llamado Cercado de los Osos, una superficie de más de cuatro hectáreas cercadas con vallas protectoras que permiten vivir en semilibertad a las osas Paca y Tola.

Bien señalizada y con un firme bien acondicionado y protegido por vallas de madera, a lo largo de su recorrido alberga varias áreas de descanso y recreo con diversos paneles informativos. La senda, en forma de Y y que se recomienda cubrir en etapas para disfrutarla plenamente, ofrece dos opciones de recorrido: Tuñón-Cueva Huerta (Teverga) y Tuñón-Ricao (Quirós). Ambos entre paisajes espectaculares, roca, osos, vegetación y agua.

En las imágenes se aprecia la riqueza natural de la senda, que se recorre a pie o en bici y ofrece una rica gastronomía.

En las imágenes se aprecia la riqueza natural de la senda, que se recorre a pie o en bici y ofrece una rica gastronomía. Ayuntamiento de Quirós.

A escasos tres kilómetros se puede disfrutar de Banduxu, una aldea dormida, con menos de medio centenar de vecinos, de origen medieval y donde reinan el silencio y la tranquilidad. Uno de los parajes más bellos de Asturias, esta aldea exhibe con orgullo su torre, una fortaleza defensiva de planta circular y muy bien conservada; su iglesia de Santa María, humilde en su exterior pero de interior bellísimo; casonas de piedra y hórreos tradicionales; varios miradores y hasta un camino medieval.