Ficha práctica
- ACCESO: La carretera A-624 llega hasta la localidad de Arespalditza desde Amurrio o desde Artzinega. La A-625 alcanza Luiaondo desde Laudio o desde Amurrio.
- DISTANCIA: 6 kilómetros.
- DESNIVEL: 50 metros.
- DIFICULTAD: Fácil.
En la tradición vasca, los árboles han sido vistos como elementos profundamente importantes, a los que se les otorgaba características sanadoras, rituales, ceremoniales e incluso, como en el caso que hoy nos ocupa, fronterizas. Tenemos en nuestra dilatada cultura tradicional un árbol que camina entre el mito y la historia, envuelto por un atractivo halo de leyenda que lo hace protagonista de la Euskal Herria insólita. Conozcamos el árbol Malato, caminando por una ruta lineal que unirá las localidades alavesas de Arespalditza con Luiaondo.
Un amplio parking nos recibe en el centro de Arespalditza, donde estacionamos para comenzar el paseo cruzando la carretera A-624 y seguir en dirección hacia la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Frente al templo, vemos una señal amarilla que nos indica la dirección a seguir hacia Luiaondo. Continuamos por la pista en ascenso, llegando en breve al cementerio de la localidad y seguir caminando por la derecha del mismo. En este punto termina el asfalto y seguimos un camino de tierra que alcanza, en descenso, una pista asfaltada tras el camposanto. Giramos a la izquierda caminando por dicha pista, ascendiendo entre praderas, hasta llegar al barrio Agirre. Tras rebasarlo, alcanzamos un cruce junto a una borda, donde optamos por seguir a la derecha por un camino de tierra. Desde aquí, el sendero va ascendiendo alternando pinares con zonas más despejadas. Tras cruzar un cortafuegos, llegamos a un cruce donde optamos por seguir hacia la derecha, por una pista. Descendemos entre el bosque para llegar a un marcado cruce de caminos donde se presentan tres opciones. Debemos realizar un cambio de dirección, girando hacia la izquierda por una pista de tierra.
Tras un nuevo cambio de dirección, seguimos por la pista, obviando senderos secundarios que salen a nuestro encuentro, para llegar a un nuevo cruce. En esta ocasión, seguimos hacia la izquierda hasta llegar al caserío Iturritxo. Descendemos poco a poco, hasta alcanzar un túnel bajo la carretera A-625, que cruzamos para entrar en Luiaondo. Salimos a la calle principal, que cruza la localidad y que se llama Padura, y giramos a nuestra derecha. Caminamos por la acera, para llegar a unas instalaciones deportivas frente a las que encontramos el misterio del árbol Malato.
Quizás la interpretación más cierta del origen del árbol Malato estribe en la aceptación de pleitesía por parte de nobles y aristócratas medievales hacia su rey. El monarca de turno organizaba misiones, incursiones,… a las que los nobles acudían sin rechistar, aunque les llevara, en muchas ocasiones, a un desastre casi seguro. Con el paso de los siglos, esta nobleza va adquiriendo, paulatinamente, más poder e importancia y comienzan a cuestionar estas acciones reales, negándose a participar, en alguna de las mismas. Esta situación genera enfrentamientos y surgen determinados pactos, donde se especificaban las obligaciones de la nobleza, pero también los pagos que recibirían por esas acciones. El árbol Malato marcaría el punto a partir del cual las, digamos tarifas, de la nobleza por seguir las ocurrencias de su rey, eran otras.
La leyenda nos cuenta cómo en el siglo IX, Bizkaia intentaba volver a ser independiente, la respuesta del rey de Asturias fue enviar a uno de sus hijos con un ejército que arrasó Bizkaia. Cuentan que los vizcainos subían a las cumbres y tañían sus bocinas, acordando entre las cinco merindades enfrentarse a ese ejército invasor. Mandaron mensajeros a la tropas enemigas con una propuesta de enfrentamiento en un lugar determinado, pero el dirigente adversario les contestó diciendo que solo se enfrentaría a alguien de sangre real. Los vizcainos pidieron ayuda al mítico ‘Jaun Zuria’. Este personaje, a medio camino entre el mito y la historia, está unido a la leyenda que cuenta cómo una princesa escocesa, llegada a tierras de la localidad vizcaina de Mundaka, se unió carnalmente con el genio mitológico Sugaar, una aterradora serpiente gigante. De esa unión, nació un niño de tez muy blanca, al que llamaron Jaun Zuria. El líder aceptó gobernar las tropas vizcainas y la batalla tuvo lugar en el paraje de Padura, ubicada en lo que ahora es Arrigorriaga. La batalla fue durísima, tras la cual, las tropas invasoras huyeron en desbandada, perseguidos por las tropas de Jaun Zuria hasta que llegaron al árbol Malato, en el cual dejaron clavada una espada como símbolo de la frontera de Bizkaia.
Hoy, en este paraje, vemos un sencillo monumento compuesto por una cruz de piedra, con una inscripción que reza lo siguiente: «Éste es el sitio donde estaba el memorable Árbol de Malato de que hablan las historias y la Ley quinta del Título primero del Fuero del Muy Noble y Leal Señorío de Vizcaya. Año 1730».
En este árbol se mezclan muchos datos, algunos ocultos en la historia, que nos hablan de esa importancia que tuvieron los árboles, como decíamos. Podríamos pensar que, tal vez, estamos ante la herencia de un antiquísimo culto de origen arbóreo.
Tras disfrutar del misterio atávico del árbol Malato, rematamos el paseo, callejeando por Luiando, disfrutando de la arquitectura tradicional que presentan algunos de sus caseríos.