Navegar en una góndola en Venecia es algo que casi cualquier visitante quiere probar en los canales de la turística ciudad italiana. Pero eso conlleva una espera, un precio, un trayecto fijado…, salvo que seas uno de los dos franceses que han acabado detenidos por saltarse las normas.
Estos ciudadanos galos, de unos 30 años, se encontraban el pasado jueves de turismo por la ciudad del amor y, en pleno centro, junto al puente de la Academia, asaltaron una góndola que vieron vacía y decidieron navegar por su cuenta. No contentos con coger la embarcación sin permiso, para estar más cómodos tiraron por la borda todos los objetos que había dentro de la góndola y que eran propiedad del gondolero, Giorgio Bognolo, para marcharse remando sentados como si fuera una canoa.
No se sabe hasta dónde querían llegar con la turística embarcación, pero su viaje se frustró cuando unos jóvenes que iban en un bote les interrumpieron el paso al ver cómo navegaban haciendo eses, y decidieron llamar a la Policía, que los detuvo rápidamente. La excursión sólo les duró 300 metros, hasta el museo Guggenheim, donde Bognolo procedió a identificar su góndola mientras, según informa la CNN, los franceses no paraban de reírse. “Parecían felices, realmente felices”, explicaba Bognolo indignado. “No se disculparon, no pidieron perdón. Se reían como si todo fuera un juego. Hicieron algo realmente feo: si yo hiciera algo así en Francia, guardarían la llave bajo llave. Tienen mucha suerte de haberlo hecho en Italia. La Policía nos mantuvo separados, pero a mí me habría gustado abofetearlos”.
El gondolero recuerda que esas embarcaciones son muy especiales. La suya le costó 60.000 euros y gasta otros 3.000 cada año en pintarla. “Las góndolas son realmente delicadas y hermosas. Esto se siente como si alguien hubiera tocado a tu esposa o a tu hija".
Bognolo va a pedir una indemnización de entre 10.000 y 15.000 por daños y perjuicios por los objetos que tiraron al canal y por los rasguños en la góndola, además de la cantidad que no pudo recaudar los días que estuvo en reparación y también daños morales. Pero el gondolero afirma que lo más importante no es el dinero. “Si las personas hacen daño, deben pagar por ello, pero también es por nuestra imagen. A menudo, la gente piensa que viene a Disneyland aquí, o a un parque temático. De hecho, una góndola es algo que alguien necesita para vivir y trabajar. No puedes robarla sin más. La góndola es un símbolo; dañarla es como tirar piedras a la Torre Eiffel".