TODAVÍA hoy cuando hablamos de digitalización puede que haya quien quiera hablar en futuro. Es posible que esto sea cierto si hablásemos de tecnología cuántica, pero para lo que entendemos ya por digitalización hay que emplear el presente y muy real. Vivimos en ella. Y esto sirve exactamente igual para la sanidad. “No nos podemos engañar pensando que la digitalización no afectará a la sanidad”. Esta es la idea clave que transmite el doctor Manuel Bayona, presidente de la Sociedad Española de Directivos de Atención Primaria (Sedap) “ni la sanidad ni los sanitarios podemos vivir ajenos a esta digitalización; estamos en ello y va a más”.
Ya nos resulta absolutamente normal ver la digitalización en los sistemas administrativos sanitarios, en nuestra historia clínica, pero cuando Bayona habla de este proceso va más allá. Es un proceso de implicación en consulta y en tratamientos que avanzará con las dificultades inherentes a todas las nuevas adaptaciones, pero con las ventajas seguras para una atención sanitaria más rápida, tecnológica, conectada, personalizada y de confianza.
Bayona participó en el VI Congreso de Salud Digital que, bajo el lema Retos Para Avanzar, se desarrolló en Donostia y donde los expertos debatieron sobre las estrategias más adecuadas para afrontar los retos de la sanidad en los próximos años.
En esta digitalización progresiva y continua el reto es doble, por una parte los profesionales sanitarios y junto a ellos los pacientes. “Es imprescindible la participación e implicación de todos los sanitarios, pero también de los pacientes: que sepan acceder a sus datos, que los sepan utilizar, participar de ellos e interactuar con sus médicos y enfermeras”. Es un doble reto, la formación continua de los profesionales y por otra parte la del paciente, ya que teniendo en cuenta que son muchas las personas mayores hace de todo lo digital un campo aún muy abierto. Aumenta la edad de la población, pero no solo se vive más sino que se demanda vivir mejor, la cronicidad aumenta, la obesidad campea entre nosotros, para lo que es necesario optimizar la prestación sanitaria? Y si la sociedad mejora y progresa moviéndose en parámetros tecnológicos digitales, la salud no puede ser ajena a ellos, en un proceso de ida y vuelta que ya afecta y lo hará mucho más a nuestro sistema sanitario.
“Por esto es clave vencer el desafecto en el que se hallan muchos de los sanitarios al no ver cumplidas sus expectativas laborales: estabilidad...”, explica Bayona, quien reconoce las múltiples ventajas de los desarrollos digitales: “Con canales telemáticos, aplicaciones móviles, y un call center se reducirá la presencia física de la demanda, redirigiéndola a la oferta más conveniente y solventando las peticiones sencillas con recursos simples, con rapidez y bien”.