JESÚS de Pedro se convierte en el fotógrafo fotografiado y no se le ve cómodo. Lo suyo es estar al otro lado del objetivo. En la era de Instagram, este enamorado de las ópticas y las lentes, ha sido galardonado con el Premio Goya de Fotografía y Vídeo -una convocatoria bienal- en la categoría de Bodas. La ganadora, una potente imagen que, con las transparencias del vestido de la novia, dibuja un juego único de luces, texturas y espacios. “Estuve fotografiando a la novia en su casa de Laukiniz, escaneé el entorno y enseguida ví esta foto. Me gustó el juego de unas líneas sobre otras, el salto que das del vestido a la ventana y luego a la novia que parece ensimismada pensando en lo que deja atrás y en la nueva vida que va a comenzar”, explica el fotógrafo zornotzarra.
Una imagen de 10 galardonada con unos premios que nacieron incluso antes que los del cine para servir de escaparate a excelentes profesionales como Jesús. Una cautivadora imagen en blanco y negro porque “el color es más difícil tratarlo. El blanco y negro es muy accesible, más agradecido y cubre ciertos defectos”, según señala De Pedro.
Con 40 años de oficio a sus espaldas, está curtido en contar historias en imágenes ya que empezó trabajando en analógico con negativos, donde no había marcha atrás. “Ahora todo el trabajo depende de ti pero yo no trato mucho las fotos, sobre todo primo el punto de vista y el contenido”, declara. En los últimos años, su estudio de Amorebieta ha incorporado nuevas tecnologías como drones, para ofrecer la filmación aérea y realización de fotografías de hasta 4K “porque impactan mucho”.
A él no le preocupa la multitud de instantáneas que inundan la redes sociales. “Una foto tiene muchas formas de mirarla, y no es lo mismo la de un móvil, donde no vas examinando su pureza, que una imagen para un catálogo”. La demanda también es distinta. “Hoy en día los archivos digitales permiten al fotógrafo mucha más creatividad. Antes, en las bodas, había mucho posado y ahora se lleva más lo espontáneo y capturar momentos concretos”, destaca.
Con una trayectoria impecable, De Pedro fue el pasado año capitán de la selección española de fotógrafos que compitió en la Copa del Mundo de la Fotografía disputada en Australia. En esta ocasión, la imagen que él firmaba y que alcanzó la final no era de una boda. Era de naturaleza.