LA comunidad mapuche está actualmente integrada por cerca de un millón de personas, de las cuales las tres cuartas partes desconocen la lengua de sus ancestros, el mapuzugun. Poco a poco, el idioma ha ido perdiendo peso en esta sociedad, dominada por el español, hasta llegar a una situación de riesgo cierto. “Si no se toman medidas se calcula que podría desaparecer casi por completo en dos décadas, ésa es la esperanza de vida de este idioma”, explica Anne Baskaran, coautora junto a Imanol Eppherre y Eider Ballina del documental Mai da Bai, que recoge la situación actual de esta lengua minorizada. El documental fue el trabajo de fin de grado de estos tres alumnos de Mondragon Unibertsitatea, que contaron para su realización con la ayuda de Garabide. En este proyecto también intervino la organización Mapuzuguletuaiñ, cuyos integrantes aparecen en la grabación explicando la situación en la que se encuentra su lengua. Por la pantalla, además de los representantes de la asociación, desfilan personajes como Luanko, autor de hip hop en esta lengua, los creadores de Kimeltuwe, una pequeña red social dedicada a la generación de documentos en este idioma, o los responsables de Pürüm Llemay, el primer periódico escrito íntegramente en mapuzugun.

“Nuestro objetivo era reflejar la realidad de este idioma, que es bastante mala. Los hablantes son fundamentalmente mayores de 50 años porque no ha habido transmisión de la lengua. Si no se enseña la lengua a los jóvenes, el idioma se puede perder”, se lamenta Anne Baskaran.

Por su parte, Sergio Marinao, mapuche miembro de la organización Mapuzuguletuaiñ, recuerda que su comunidad habitaba originariamente en un territorio a caballo entre Chile y Argentina, pero que tras la configuración de ambos estados perdió sus derechos y experimentó un primer retroceso de su lengua. La apertura de escuelas chilenas y argentinas llevó el español hasta los mapuches, lo que acrecentó aún más la regresión, “dando lugar a las consecuencias que vivimos actualmente y que se resumen en una ausencia de transmisión intergeneracional”, señala.

Mapuzuguletuaiñ impulsa la revitalización del idioma por medio de la enseñanza a través de internados, muy similares a los barnetegis, y a cursos parecidos a los que se imparten en los euskaltegis. “Trabajamos en distintas ciudades del país mapuche, sobre todo en la parte de Chile, aunque también llevamos a cabo actuaciones en la parte argentina”, destaca.

Con la formación que reciben en Garabide, desarrollan nuevas estrategias de regeneración del idioma y apuestan por un enfoque comunicativo de la enseñanza. “Nos encontramos en un punto de inflexión. Se puede dar la pérdida del idioma o apuntar hacia la revitalización, cuyo signo más notorio es la formación de nuevos hablantes. Estamos formándolos, pero pensamos que debe hacerse más en macro para lograr que otros hablantes transmitan la lengua y haya un resurgimiento”, expone.

Ane Pedruzo, técnico de Oihaneder, asegura que mediante esta iniciativa centrada en las lenguas minorizadas se persigue “entender, desde el contexto del euskera, otras realidades similares a nivel mundial”.