“Nos toca la época sana del verano”

CUALQUIER parecido con unos peregrinos al uso es pura casualidad. Es más, tienen toda la pinta de irse de farra. Sin embargo, revelan que van a recorrer un tramo de la ruta del norte del Camino de Santiago. Concretamente desde Castro Urdiales -donde lo dejaron el año pasado tras llegar andando desde Iruñea- hasta Gijón. La pregunta es obligada: ¿Qué hace un sexteto de iruindarras de 18 años haciendo el Camino de Santiago? “Ja, ja, ja... Es para desintoxicarnos de tanta fiesta, después de Sanfermines y de todas las jaiak, vamos a hacer una limpieza en el camino”, bromea Guti Casado, socarrón, mientras los demás le hacen los coros a carcajadas. Aunque solo Aldo Armendariz confiesa haber corrido los encierros, todos coinciden en la necesidad de hacer un tratamiento de choque. “Es que esta es la parte sana de las vacaciones”, comenta Adrián Cid con retintín.

“Mañana empezamos el Camino desde Castro Urdiales y esperamos llegar a Gijón en diez o doce días recorriendo una media de 27 o 28 kilómetros diarios”, se ponen serios. ¿Algún remedio para los pies? “Vaselina y zapatillas usadas”, expresa Aldo, “y doble calcetín para que agarre mejor la bota”, confirma Guti. Como en el camino, no hay penas, ni malos rollos. Y tampoco importa si llueve a mares o hace un calor africano, creen que solo se van a encontrar con paisajes chulos, gente con buena onda y, por la noche, la seguridad de roncar a pierna suelta. “Vamos a dormir en los albergues o si no, al suelo directamente”, afirma resuelto Adrián.

Ni siquiera llegaron a barajar la idea de salir desde Orreaga. “Es que como hay que pasar la frontera y tal”, vuelve a cachondearse Guti con el seguimiento general de la chanza. Y eso que “estamos en una forma física perfecta, hemos entrenado durante el curso”, se carcajean. Con poco equipaje pero muchísimo humor, afrontan la caminata. Quieren que sea rápida y volver para Aste Nagusia o para alguna otra fiesta. “Ya sabemos que es cañero, pero venimos preparados porque hacemos deporte”, confiesa Javier Arana que practica triatlón. Adrián hace ciclismo, mientras los demás se suman al ejército de amantes del fútbol.

Adrián asegura que la idea es llegar hasta Gijón y una vez allí organizar el regreso. “No tenemos billete de vuelta, iremos sobre la marcha”. “Y el año que viene, si nos animamos, ya haremos el resto”, precisa Yann. Con el batiburrillo por cabeza y las ganas de divertirse por bandera, hay una cosa que tienen clara, el itinerario, bajado directamente de Internet. Javier, concentrado, lo repasa en el móvil. La primera etapa les llevará de Castro Urdiales a Laredo. La siguiente meta será Güemes, más tarde llegarán a Queveda, y posteriormente a Comillas. Desde allí a Unquera, luego a Llanes, posteriormente a San Esteban de Leces, más tarde Sebrallo y por último Gijón. Irán formalitos con su credencial “para que nos vayan poniendo los sellos”, detalla Javier con pinta de cabal. Todo antes de llegar a su meta definitiva, la universidad el próximo curso. Filología es la carrera elegida por Aldo Derecho por la que ha optado Adrián, Animación de Actividades Físicas y Deportivas, para Guti; Enfermería, para Santi, y Psicología, la escogida por Yann.