PLÁSTICOS? No, gracias. Tirar una bolsa, una botella o una pajita lleva un segundo, pero estos productos tardan una media de 400 años en degradarse en el medio ambiente. Nasti de Plastic es el último colectivo contra el plástico creado en Bizkaia. Y lo que empezó siendo un germen muy pequeño, en mes y medio ya tiene 350 seguidores. “Hicimos una primera acción en junio en Carrefour y cuando entraba la gente, les entregábamos bolsas de papel para intentar concienciar sobre el exceso del consumo de plástico de un solo uso porque, por ejemplo, siguen dando bolsas para la fruta y eso es un disparate”, asegura Nuria Atienza. Todo ello para encender la luz de alarma porque “la contaminación por plásticos es uno de los principales problemas ambientales y económicos de esta década”, tal y como señala Gotzon Agirre.

Posteriormente, en Gaztelugatxe recogieron 700 kilos de plástico en el acantilado y en Mundaka tienen previsto que el próximo día 11 lleven a cabo una limpieza de residuos. “Este movimiento surge como una iniciativa espontánea porque el problema que vemos es solo la punta de iceberg”. El impacto sobre los océanos es ya evidente. “Se calcula que cada año se vierten al mar ocho millones de toneladas de plásticos y que, en la actualidad, ya hay 150 millones. Si el ciclo de producción de plástico sigue incrementándose al ritmo actual, en 2050 se habrán cuadriplicado las cifras actuales, con más plásticos que peces en el mar”, confirma Atienza.

En la sociedad del envoltorio es muy difícil que la gente cambie de hábitos, “por eso estamos luchando contra la comodidad de los usuarios, a sabiendas de que es complicado no consumir plásticos. Todo se envasa en este material, hasta la fruta ecológica te la envuelven así”, remacha Gotzon Agirre. Por ello recalcan la necesidad de que las grandes empresas y los distribuidores opten por otras fórmulas de envasado. “Estamos en contra de que si pagas, puedas contaminar. Hemos constatado que muchos centros comerciales siguen entregando bolsas de plástico sin cobrarlas a pesar de la normativa existente desde el 1 de julio”, revelan desde Nasti de Plastic. “Estamos a favor de los envases retornables, como antiguamente cuando la botella de leche o de refresco se devolvía. Así evitaríamos una cantidad de plástico inmensa”, insisten.

Además, el 80% del plástico que no vemos está en el fondo marino y es origen de una gran cantidad de enfermedades. “Nos estamos comiendo nuestra propia basura”, exclama horrorizada Nuria Atienza quien ha visto como un rape tenía dentro un vasito de yogur. Otro dato: el mar tarda cuatro veces más en degradar una bolsa de plástico que una lata de refresco.

Este movimiento por un mundo sin plásticos -que reforzará sus acciones a partir del próximo septiembre- quiere demostrar que vivir sin este material es posible. “Si vas al súper y dices pónmelo en este túper se escandalizan y parece que es antihigiénico pero es algo de lo más razonable”.

No es la única iniciativa que quiere reducir su uso. La campaña #desnudalafruta señala en las redes sociales los productos sobreenvasados. “Promovemos la venta ecológica, tiendas sostenibles, tenderos que venden productos a granel. Una cosa muy importante es que la gente tenga opciones diferentes porque muchas personas quieren consumir bien pero no pueden”, sostienen.