El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) concluyó ayer que la instalación de contadores eléctricos a una altura por encima de la normal en un barrio de una localidad búlgara poblado principalmente por personas de etnia gitana constituye una discriminación basada en el origen étnico.

De acuerdo con la sentencia dictada ayer por el Tribunal, aunque se demuestre que estos contadores han sido objeto de manipulación, colocarlos a una altura por encima de lo normal es una medida “desmesurada” para garantizar la seguridad de la red de transporte de electricidad y el adecuado seguimiento del consumo de electricidad. Esta resolución obedece a una reclamación presentada en 2008 por la ciudadana búlgara identificada como Nikolova a la Comisión de Defensa contra la Discriminación (KZD), quien alegó que “la instalación de los contadores en un lugar inaccesible obedecía al hecho de que la mayoría de los habitantes del barrio afectado era de etnia gitana.

La señora Nikolova, que no es de etnia gitana, habitaba en el barrio Gizdova Mahala de la ciudad búlgara de Dupnitsa, donde la compañía CHEZ RB instaló los contadores eléctricos de todos los clientes en los postes de cemento del tendido eléctrico aéreo a una altura aproximada de seis a siete metros. En el resto de barrios la empresa de distribución de electricidad instaló los contadores a una altura de 1,70 metros, usualmente en las propias viviendas de los clientes.

“Conexiones ilícitas” La empresa alegó que ese tratamiento diferenciado estaba justificado por la manipulación y degradación reiterada de los contadores eléctricos y por las numerosas “conexiones ilícitas” a la red que se producen en el barrio afectado.

EL KZD declaró que la demandante había sido víctima de una discriminación con respecto a los clientes cuyos contadores estaban colocados a una altura accesible, y preguntó al Tribunal de Justicia si la practica constituía una discriminación prohibida basada en el origen étnico.

En su sentencia dictada ayer, el Tribunal de Justicia destaca que corresponde al órgano jurisdiccional búlgaro considerar todas las circunstancias que rodean esta práctica para determinar si efectivamente fue establecida atendiendo al origen étnico. Sin embargo, señala que aun cuando no existiera otra medida de igual eficacia que la práctica recriminada para garantizar el funcionamiento de los contadores, esta parece desmesurada en relación con estos objetivos y con los intereses legítimos de los habitantes del barrio afectado.

Sensibilidad europea El pueblo gitano es la mayor minoría étnica de Europa. Con una población estimada de diez a doce millones en todo el continente, unos seis millones viven en la UE y la mayoría son ciudadanos de la Unión. Muchos gitanos son víctimas de prejuicios y exclusión social en la UE, a pesar de que la discriminación está prohibida en los países que la conforman.

Los términos gitano y romaní son los más generalizados en los documentos y debates políticos de la UE, aunque designan también a varios grupos de población denominados, además de con esos nombres, con los de zíngaros, travellers o colectivos itinerantes, manuches, ashkalíes, sinti, boyash y otros. La UE lleva insistiendo desde hace tiempo en la necesidad de una mayor integración de los gitanos, como queda patente en la Comunicación sobre la integración social y económica del pueblo romaní en Europa de 2010. En 2013, el Consejo Europeo adoptó una recomendación relativa a la adopción de medidas eficaces de integración de los gitanos en los Estados miembros.