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El ‘nieto’ de Olentzero pierde a su ‘Astotxo’

Iñigo García, impulsor de Olentzero Munduan, busca a su asno, que desapareció el pasado domingo en barrika

El ‘nieto’ de Olentzero pierde a su ‘Astotxo’

hay parejas en esta vida que son indisolubles, que se complementan y que cada uno de los miembros de ese tándem da sentido al otro. Uno de esos equipos perfectos que existen son el que forman Olentzero y su fiel compañero Astotxo. El carbonero necesita a su querido asno para cumplir su misión de llevar regalos de la mejor forma posible y, si faltase, Olentzero tendría un gran problema. En ese trance se está viendo envuelto estos días Iñigo Iraultza García, precursor desde hace tres años de la iniciativa Olentzero Munduan y que, desde, el pasado domingo, busca a Astotxo su “compañero de fatigas”.

Iñigo, el nieto de Olentzero, se encuentra puliendo los últimos detalles de su misión anual que, en esta ocasión, le va a llevar a la valla de Melilla y a Rumanía. Todo marchaba viento en popa y ya pensaba en poner rumbo a tierras rumanas el próximo día 25 hasta que, el pasado domingo, no encontró a Astotxo, que descansaba en Barrika. “Llegué allí como todas las mañanas y el burro no estaba”, explica este actor, que hace cuatro navidades empezó a gestar esta iniciativa solidaria. Iñigo asegura que, hasta la fecha, Astotxo nunca se había escapado por lo que todo le hace pensar que “alguien se lo ha llevado”. Sin duda, ha sido un golpe duro para este hombre que intenta que la magia de Olentzero llegue más allá de nuestras fronteras. “Hemos vivido muchas cosas juntos, es el compañero ideal de fatigas y espero que vivamos unas cuántas más”, indica el nieto de Olentzero.

Por eso, la primera reacción tras ver que Astotxo no estaba en la campa de Barrika en la que tiene hasta cabaña propia, fue poner carteles con la foto del asno en diversos lugares. “Olentzero quiere hacer el bien, tiene magia y, por ello, este supuesto robo es algo así como romper el hechizo y hacerme volver a la dura realidad, en la que hay gente que hace daño a otros”, señala García, quien está trabajando a lo largo de todo el año en el proyecto Olentzero Munduan. En esa labor, había elaborado un plan en el que Astotxo iba a tener un gran protagonismo, ya que llegaría hasta Rumanía y la valla de Melilla para repartir regalos a personas que tienen familiares en Euskal Herria. “Los viajes de esta ocasión eran los idóneos para que Astotxo estuviese allí y me acompañase”, se lamenta Iñigo quien, pese a todo, seguirá con la iniciativa. “Tengo claro que no voy a parar con el proyecto porque hay gente que merece tener el regalo de su familiar”, reconoce.

mensajes y regalos La intención de Olentzero Munduan no es otra que ayudar a aquellos inmigrantes que apenas se comunican con sus familias, a que hagan un regalo a los suyos. “Lo material no tiene demasiado valor, lo importante es una carta, un videomensaje... Que se puedan comunicar con los suyos”, señala Iñigo. En este sentido, a lo largo de esta iniciativa en la que este año cuenta con el apoyo de los alumnos de Interculturalidad del Centro San Luis de Indautxu, ha visitado lugares como México, Honduras, Marruecos y Filipinas entre otros. “Queremos que la mano de Olentzero llegue a todos los puntos que podamos”, incide García, quien dedicará el próximo mes a repartir regalos.

En este aspecto, en su aventura por Rumanía hará sonreír a 14 familias que recibirán un regalo, un mensaje de los suyos. A través de ONG y demás entidades, Iñigo encuentra en Euskal Herria a personas del país al que viajará que no tienen la posibilidad de comunicarse con los suyos. Madres que enviarán regalos a unos hijos que lleva mucho tiempo sin poder ver, hijos que mandarán mensajes a sus padres... Astotxo es una parte fundamental para que esos momentos sean mágicos y, por ello, Iñigo, el nieto de Olentzero, busca a su fiel compañero de fatigas.