Probó suerte en su Iruñea natal y no la obtuvo, pero ahora la fortuna ha llegado a él. Joven y con mucha ilusión, el arquitecto Iñigo Resa Garde presenta este mes en Kuala Lumpur un nuevo proyecto de los restaurantes Nobu, cuyo cofundador es Robert de Niro, quien acudirá a la inauguración de este nuevo restaurante en la capital de Malasia.
El navarro de 27 años aterrizó en Los Ángeles hace ya un año, después de haber trabajado en Perú y buscado empleo en Iruñea, donde no obtuvo apenas respuestas a sus solicitudes. Aun así, hizo las maletas y se puso rumbo a la que sería, sin duda, una gran oportunidad profesional. Ahora, un año después y habiendo encontrado su sitio, asiste a la inauguración de un nuevo restaurante de la cadena Nobu, que ya cuenta con cerca de 25 establecimientos por todo el mundo.
“El restaurante de Kuala Lumpur está situado en el complejo de las Torres Petronas, en la planta 56 de la tercera torre”, señala el navarro sobre el proyecto que comienza su andadura este mes en Malasia, en el cual el graduado en la Universidad de Navarra coordina la obra y el diseño de los planos, aunque siempre lo hace desde California. “Ya es el segundo restaurante en el que colaboro desde que trabajo en este estudio”, indica orgulloso el navarro, quien ya lleva un año en el Studio PCH.
Además de su afán por viajar y explorar sitios nuevos, una de las cosas que han enganchado a Iñigo a Los Ángeles ha sido el “buen trabajo” que se lleva a cabo en su estudio. “Los proyectos se diseñan hasta el último detalle y eso lleva mucho trabajo, pero el resultado siempre es excelente porque trabajo con un equipo de profesionales muy bueno”, opina.
El restaurante no se aleja del lujo y tampoco lo hace uno de los cofundadores de la cadena Nobu, Robert de Niro. Aunque el joven iruindarra haya trabajado hasta en dos ocasiones para él, no le conoce en persona. “Nosotros solo hacemos el diseño del restaurante, pero no tenemos contacto con él; nunca le he visto”, dice el joven arquitecto, quien destaca que su oficina “no trabaja directamente para Robert de Niro”.
Pese a no conocer al productor, director y actor de Hollywood, Resa está más que contento con el lugar en el que se encuentra, al cual fue a parar de casualidad, ya que no había enviado currículum al estudio en el que trabaja actualmente. “Si tuviera que quedarme con algo, creo que sería con el clima y la gente”, opina, para añadir que “hace buen tiempo todo el año y puedes hacer cosas como ir a la playa en enero, que es impensable en otros lugares”. Así, el joven navarro tiene intención de permanecer en la ciudad californiana durante seis meses más, hasta que finalice su contrato, aunque está a la espera de una renovación. “Volveré a España si la situación mejora, pero tal y como están las cosas ahora, no es buen momento para volver, porque por eso me fui”, concluye Iñigo Resa.
trotamundos Cuando terminó la carrera de Arquitectura en la Universidad de Navarra, Iñigo Resa lo tenía claro: quería un empleo y lo quería fuera del Estado. “Yo sabía que quería irme a probar suerte a otro país, a poder ser fuera de Europa, porque aquí siempre es más fácil volver”, dice el iruindarra. No obstante, su primer destino fue París, donde permaneció seis meses. Después, Resa cruzó el charco y se instaló en Perú, donde estuvo poco más de un año trabajando. Pero quería más. Volvió a su ciudad natal y echó más de 200 currículums por todo el mundo. “Quería ir a un país donde pudiera perfeccionar el inglés, así que mis preferencias estaban en Estados Unidos y Canadá”, señala. Finalmente, terminó cumpliendo su sueño y viajó hasta Los Ángeles, donde ya ha pasado más de un año.