El superordenador de IBM Watson, que se hizo famoso en 2011 en Estados Unidos tras derrotar a los campeones del popular concurso televisivo Jeopardy, demuestra ahora en la ciudad texana de Austin que también tiene talento para la cocina. La potente máquina es el cerebro tras un colorido camión de comida aparcado en las inmediaciones del centro de convenciones de Austin, sede del multitudinario festival anual de tecnología, música y cine South by Southwest (SXSW). Hasta allí ha llegado Watson con la promesa de deleitar, a quien se atreva, con los placeres de la "comida cognitiva". El eslogan puede no resultar atractivo, pero Watson ha demostrado ser de lo más imaginativo.

Michael Laiskonis, director creativo del Instituto de Educación Culinaria de Nueva York, explicó su colaboración con IBM. "Hace unos dos años se pusieron en contacto con nosotros para preguntarnos si estaríamos interesados en trabajar con ellos en la próxima generación de informática cognitiva", que se basa en máquinas cuya inteligencia aumenta al interactuar con grandes cantidades de información, dijo Laiskonis. El chef, experto en pastelería, aceptó la oferta "de inmediato". Y tras dos años trabajando "en secreto" dice estar "encantado" de poder compartir con el público en Austin los resultados del experimento, durante el que los programadores de IBM enseñaron a Watson a generar combinaciones complementarias de ingredientes tras hacerle memorizar decenas de miles de recetas. "Lo entrenamos con unas 35.000 recetas y aprendió qué ingredientes son comunes en ciertas cocinas, qué ingredientes funcionan bien juntos y qué combinaciones hay que hacer para obtener un cierto plato", dijo Steve Abrams, director del grupo Watson.

burritos con chocolate Los cocineros comienzan por sugerir un ingrediente principal al programa, tras lo que Watson comprueba su enorme base de datos, estudia la composición química de los ingredientes y la percepción humana de los mismos y pronostica qué combinaciones resultarán más sabrosas y sorprendentes. Laiskonis y Florien Pinel, un ingeniero de IBM que ha cursado también estudios superiores en el instituto culinario neoyorquino, invitan desde el pasado viernes a los asistentes al SXSW a elegir un plato para que Watson "lo prepare". El sábado el público eligió, en una votación en Twitter, burritos. A partir de ahí, Watson se puso manos a la obra, en colaboración con Laiskonis y Pinel, para tener la comida lista para el domingo, cuando sorprendió con un burrito austríaco con chocolate.

Los ingredientes complementarios que ofreció Watson incluyeron la carne de ternera picada, tortillas de maíz, queso y habas de soja, pero también sabores interesantes como el del melocotón, la canela, la raspadura de naranja y la vainilla. "Resulta poco probable que yo hubiese llegado a asociar todos esos ingredientes", explicó el chef neoyorquino, quien señaló que una vez que Watson hace su sugerencia depende del cocinero el interpretar la receta. Pinel destacó, por su parte, que lo que hace Watson es ayudar a los cocineros a ser "más creativos". Si al plato le faltara un toque de queso, alguien podría sugerirle al ordenador: "el emmental, querido Watson".