EL grito de Tarzán no tiene dueño si por tal se entiende un beneficiario a efectos de propiedad intelectual. Y si lo tuviera, ese no es, según afirma la SGAE, la viguesa Ángeles Durán, que registró en 2008 el alarido del mítico personaje cinematográfico para hacerse con los derechos que le pudieran corresponder, léase dinero. La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) considera que la reclamación de esta mujer, que plasmó el grito en un pentagrama para darle más enjundia a su acción, "no tiene ninguna base" y afecta al "derecho moral", por cuanto "no puedes reclamar algo que no es tuyo".

Fuentes de la SGAE consultadas por Efe argumentan que la obra causa del litigio es "un grito humano" que en ningún momento se puede considerar "una autoría musical", en cuyo caso aducen que la demandante no había nacido cuando Edgar Rice Burroughs creó a su legendario personaje. Ángeles Durán, una perito judicial también conocida por registrar la propiedad del Sol, así como la partitura más larga del mundo -con 24.000 millones de compases-, ha solicitado medidas cautelares contra la SGAE por 250.000 euros hasta la celebración de un juicio. Para el 3 de febrero está fijada una vista preliminar en los juzgados de Vigo en la que la SGAE confía en que el juez concluya que la reclamación "no es más que una anécdota" a la que se ha dado curso en el ámbito administrativo, pero que llevarla a la vía judicial resulta "una osadía".

"altamente osado" Las fuentes de la SGAE consultadas destacan que en el auto de petición de medidas cautelares, el juez afirma que más allá de la mayor o menor musicalidad de la "obra" de la demandante para ser considerada tal, resulta "altamente osado" atribuirse la autoría. Considera "tan obvia" esta cuestión que califica la demanda como "un abuso ostentoso del acceso a los tribunales y al respeto que debe merecer la jurisdicción", así como "temeraria" la petición de la demandante, que tendrá como consecuencia la imposición de costas.

La SGAE aportará al juez una certificación de que no ha cobrado por derechos de autor del grito de Tarzán en politonos de móviles "ni nada por el estilo", así como un informe técnico musical en el que "se demuestra que no se puede meter en categoría de composición musical un grito humano". Respecto al registro de la composición musical que hizo Ángeles Durán del grito de Tarzán, titulada La llamada, las fuentes de la SGAE explican que siempre que se cumple formalmente el trámite administrativo se le da curso, pero en todo caso bajo la responsabilidad de quien registra algo como suyo.

Ángeles Durán es pensionista tras un fatídico accidente de circulación que sufrió en 2001 y que ha dejado en ella graves secuelas que la obligan a tomar morfina. En declaraciones a Efe ha señalado que no tiene "culpa de que las cosas estén ahí" ni de que "los demás no las vean o no sepan cómo hacer". Atribuye las críticas que recibe a "amargados" e "impotentes que no son capaces de hacer nada, que no ven más posibilidades, cuando la vida es todo un abanico de colores, y uno puede hacer muchísimas cosas". Sobre la afirmación de la SGAE de que su composición sobre el grito de Tarzán no es musicalidad argumenta: "Si no lo es para que me paguen mi obra, ¿para qué la están cobrando ellos? Eso se llama apropiación indebida, estafa, y lo dice el Código Penal, no yo".

sin miedo al ridículo Esta madre de cuatro hijos implora a Dante Alighieri y al universo de La Divina Comedia para quejarse del "círculo de envidiosos". "La gente no es capaz de hacer cosas, tiene miedo al ridículo, al maldito qué dirán, muchas personas dicen si hago esto se pueden reír de mí...". Durán cuenta que "el Registro de la Propiedad Intelectual debe dar una resolución en seis meses, a mí me pidieron seis meses más, en total un año, para verificar que en ningún registro del mundo se hubiese presentado la partitura como la he presentado yo", explica. La reclamación económica a la SGAE es de entre 100.000 y 200.000 euros en concepto de canon. "En su momento me dijeron, sí, se paga cada cuatro meses, y no me pagaron", enfatiza. Con el astro rey, en cambio, esta vecina del municipio de Mos no ha tenido mayores problemas. El acta legal que posee la señala como "propietaria del Sol, estrella de tipo espectral G2, situada a una distancia media de la Tierra de, aproximadamente, 149.600.000 kilómetros". Un brindis al sol, sí, pero ¿y si consigue que se le paguen los kilovatios/hora correspondientes?