SE dice que son el mejor amigo del hombre, y para María Acha ha sido también su pasión desde que era niña. Su padre le inculcó la afición, pero pronto su interés creció y comenzó a leer libros para aprender a comunicarse y educar a los perros de forma respetable. "No estaba a gusto con los métodos tradicionales porque tenías que imponerte sobre ellos o utilizar la fuerza física, y eso causa cierto malestar en la relación con el animal", asegura.

Fue esto lo que le llevó a viajar hasta San Francisco para graduarse en la Academy for Trainers, conocida como el Harvard del adiestramiento, y abrir en la calle Iparraguirre de Bilbao el centro Dogbil Studio, una innovadora escuela que tiene como base impartir el adiestramiento en positivo. "Lo que tiene de diferente respecto a la enseñanza más tradicional es que no se usa nunca ningún tipo de castigo ni métodos que puedan causar miedo o malestar en el perro", explica. El centro promueve el aprendizaje con gratificaciones, reconduciendo los comportamientos inapropiados. De este modo, cuando María lo ordena, los animales dejan la comida, se están quietos o se tumban. Las sesiones son cortas y se asemejan a un juego. "Primero hay que guiarles y después el método va siendo solamente verbal. Se les premia con comida porque es lo más rápido, pero una vez establecida la asociación no es necesario hacerlo". Los comportamientos que se desean eliminar son redirigidos, siempre desde el respeto hacia el animal. "Esto conlleva una relación basada en la confianza: de él hacia ti porque no le vas a castigar y de ti respecto al perro porque creáis un equipo de trabajo". Aún así, admite que los castigos pueden funcionar, pero tienen un precio: "El daño que causa a la confianza de la relación".

"Al enseñarles lo que esperamos de ellos es más fácil que se sientan seguros con nosotros", afirma. Para la maestra, la educación y socialización de todos los perros es muy importante, "no sólo para los que tienen problemas de comportamiento", por lo que ofrece reuniones grupales de socialización para cachorros donde se les enseñará a convivir con otros perros y pautas básicas de comportamiento. Cubrir estas necesidades de aprendizaje son "beneficiosas para el perro y para el dueño", según confiesa Acha porque, de este modo, "mejora la calidad de vida del animal y puedes darle mayor libertad porque confías en él", explica. Tal y como resume la adiestradora, "educar a tu perro sirve para afianzar la relación, mejorar la calidad de vida de ambos y divertiros juntos".