“Mi padre, de 87 años, me preguntó cómo es posible que tengamos esa gente en el PSOE y no supe qué contestarle”
La delicada situación de su partido le ha amargado al vicelehendakari segundo el muy positivo balance de su primer aniversario en el gobierno liderado por Imanol Pradales
El objeto principal de esta charla con Mikel Torres (Portugalete, 1970) era hacer un repaso del primer año del gobierno liderado por el lehendakari Imanol Pradales. Sin embargo, la delicada situación de su partido tras el estallido del ‘caso Cerdán’ impuso un cambio de guion.
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Militante socialista desde su juventud, Torres ha conocido situaciones de mucha zozobra en su formación. Sin embargo, se nota en su rostro y en el tono con que responde a las preguntas que lo que se ha desatado tras la difusión del informe de la UCO sobre quien fuera secretario de organización del PSOE y hombre de la máxima confianza de Pedro Sánchez le preocupa especialmente. Con todo, y pese a que no son tiempos de poner la mano en el fuego por nadie, confía en que el terremoto no vaya más allá de José Luis Ábalos, Koldo García y el propio Cerdán.
En los últimos años el Partido Socialista ha pasado por momentos muy críticos, como la expulsión del propio Sánchez. ¿Pero recuerda alguno como este?
Tristemente, yo creo que estamos en un momento muy complicado, y yo personalmente lo vivo con mucha tristeza, con mucho dolor y con mucha rabia, y sobre todo, con mucha vergüenza de tener esta circunstancia. Tristeza por el partido, por la propia historia del partido, sobre todo, dolor y rabia por no haber podido actuar antes, no ser conscientes de que teníamos que haber actuado antes.
¿Comprende que resulta muy difícil creer que no se sabía nada sobre la actuación de dos personas de la máxima confianza del secretario general?
Pedro Sánchez es una persona que toma las decisiones rápidamente, y por tanto, no tengo ninguna duda de que si hubiera tenido un conocimiento inmediato de algún tipo de circunstancia, sospecha o alguna cosa fehaciente, hubiera tomado una decisión lo antes posible.
Ya se hablaba de ello
Antes de que estallara el informe ya se hablaba, ya había señales, se comentaba en diversos ámbitos, pero hasta el último minuto todos los portavoces del PSOE mantuvieron su confianza absoluta en la inocencia de Santos Cerdán.
Es que los indicios, los supuestos, que se hable... todo eso es muy peligroso porque puede llevarte al error. Hay que actuar, como se ha hecho, cuando se ha tenido la evidencia. En cuanto Sánchez la tuvo, no le tembló el pulso para exigirle la dimisión a ese militante.
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¿Qué dice la militancia a pie de calle? ¿Qué se comenta en las ‘casas del pueblo’?
He recibido muchas llamadas, sobre todo, mostrando tristeza y vergüenza. La que más me dolió fue la de mi padre, que tiene 87 años y es un viejo militante. Me preguntaba cómo podemos tener personas de esas en el partido, y no supe qué contestarle.
Más allá de la propia militancia socialista, los socios de Sánchez han elevado el tono. ¿Comprende que les pidan más explicaciones y actuar con mayor contundencia?
Por supuesto. Cualquiera que estuviera en su situación pediría la máxima transparencia. Pero creo que el presidente del Gobierno dio la cara. El mismo día dio la cara, y el lunes volvió a hacerlo. Tenemos convocado un comité federal el 5 de julio. ¿Qué más se puede hacer? Cada uno tenemos nuestra opinión.
A favor de la cuestión de confianza
¿Y cuál es la suya?
“A mí me gustaría que Pedro Sánchez se sometiera a una cuestión de confianza si los socios están de acuerdo”
A mí quizá me gustaría que se sometiera a una cuestión de confianza. Eso si es que los socios quieren. Porque no es solo que quiera Sánchez. Es que los socios deben estar dispuestos a mostrar esa confianza. Creo que sería una muy buena forma de lograr el respaldo para seguir siendo presidente del Gobierno.
¿Tiene miedo de que aparezcan más casos?
Hombre, esperemos que no. Espero sinceramente que con esto se haya parado todo y que haya sido una cosa puntual de estas tres personas y que ningún otro militante más esté implicado en absolutamente nada.
¿Teme que la onda expansiva de este caso influya en el desarrollo de los muchos procesos judiciales sobre el entorno de Sánchez (su esposa, su hermano, el fiscal general...)?
No lo creo. Son casos totalmente diferentes y aislados. No tienen nada que ver.
¿Cree, como han dicho algunos dirigentes de su partido, que esas causas obedecen a un impulso político o ideológico?
Uno puede tener sospechas cuando hay jueces que opinan de cuestiones políticas y deciden con criterio político. Pero yo sigo creyendo en la Justicia, incluso aunque muchas veces no esté de acuerdo con sus decisiones.
Balance satisfactorio
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Entremos ya en el que era el objetivo inicial de esta entrevista, el balance del primer años del gobierno liderado por el lehendakari Imanol Pradales. Imagino que para usted es satisfactorio.
Sí, creo que hemos cumplido las directrices que nos dio el lehendakari, de mantener una actividad muy intensa, con el marco del acuerdo de gobierno. Todas las consejeras y los consejeros hemos mantenido una muy buena relación en lo personal, en lo profesional y en lo político.
¿Qué destacaría especialmente?
Creo que este gobierno ha ganado mucho en diálogo y en presencia, sobre todo con los sectores influyentes de la sociedad. Hemos mirado a los problemas de cerca, sabíamos que teníamos problemas estructurales y los hemos atajado. Hemos atajado un problema muy grave en la Ertzaintza. También en Educación conseguimos un buen acuerdo. Esperemos que con el Pacto de Salud logremos avanzar en un mejor modelo sanitario. En lo que me toca a mí más de cerca, creo que estamos en unas muy buenas cifras de empleo y altas cifras de afiliados a la Seguridad Social. También hemos impulsado las medidas urgentes sobre la vivienda. En definitiva, creo que hemos cumplido con creces los objetivos que nos habíamos puesto para el primer año.
Relaciones con el PNV
Suelen contar que las relaciones entre socios de gobierno han sido muy buenas, pero no han faltado roces públicos, expresados, incluso, de manera contundente.
–Sabíamos que eso podía ocurrir. Somos dos partidos diferentes con el mismo objetivo, que es llevar a cabo el acuerdo de gobierno pensando siempre en la sociedad vasca. Sabemos que muchas veces los problemas pueden surgir en el entorno de nuestros partidos, pero también sabemos sentarnos y arreglarlos. Creo que la ciudadanía nos agradece que seamos claros y también que los arreglemos. Y, bueno, no serán los últimos que surgirán y estoy convencido que los seguiremos arreglando bien.
De hecho, acaba de surgir otro. El PNV ha hecho en solitario su propia propuesta sobre el euskera en las ofertas de empleo y ustedes sostienen que eso incumple el acuerdo de gobierno.
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“La propuesta del PNV sobre el euskera en las OPE va más allá de lo que contempla el acuerdo de gobierno”
Lamento que el PNV haya decidido romper los consensos alcanzados entre ambas formaciones, que han construido la política lingüística durante cuatro décadas y que fueron actualizados hace tan solo un año. Entiendo que va también más allá de lo que contempla nuestro acuerdo de gobierno. Y, por tanto, me preocupa. Y ahora tendremos que seguir trabajando para volvernos a encontrar.
¿Cómo ha visto a la oposición y, particularmente, al segundo partido en votos, EH Bildu? ¿Está siendo tan dialogante en los hechos como en los discursos públicos?
En lo que a mí respecta, en el departamento que yo dirijo, la verdad es que tengo que agradecer siempre la mano tendida que han tenido, compartiendo muchos de los objetivos en materia de trabajo y empleo. Es verdad que con diferentes matices. Ellos abogan por un marco de relaciones laborales más propio, más autónomo, más independiente, y yo abogo más por ese marco de relaciones propias en Euskadi, pero más con la mano tendida hacia el diálogo con las entidades sociales, sindicales y empresariales. También compartimos la preocupación por la siniestralidad laboral o la necesidad de sentarse en una mesa para acordar un salario mínimo propio.
Con el PP, sin embargo, parece que no hay muchas posibilidades de llegar a acuerdos.
El Partido Popular está intentando introducir en la Cámara vasca el estilo de la política madrileña, y es algo en lo que yo creo que, salvo Vox, los demás no estamos de acuerdo. Yo creo que en Euskadi hemos tenido siempre una capacidad de poder dialogar de lo que sea, desde un máximo respeto. No queremos que la Cámara vasca se convierta en una bronca continua. Muchas veces, las actitudes no ayudan y esa es una de las cosas que el Partido Popular tendrá que enmendar, si es que quiere.
Mesa de salud
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Ha mencionado antes la Mesa de Salud. ¿Va a llegar a buen puerto? Ya hemos visto amagos de desmarque en algunos participantes.
Yo creo que sí, yo creo que asumimos desde un inicio que teníamos un problema que, además, era estructural. Y queríamos solucionarlo como lo hacemos siempre, con diálogo y con transparencia. La colaboración de todos los agentes sociales, de todos los sectores profesionales, es imprescindible para poner medidas encima de la mesa. Y todo eso se hace con informes, con datos. Creoq que el consejero Alberto Martínez está haciendo una gran labor, y quiero creer que, aunque haya diferencias, aunque haya discrepancias, va a salir una línea común para volver a tener ese sistema vasco de salud, que era un poco la joya de la corona y que todos estamos deseando que vuelva.
Otra cuestión que está siempre sobre la mesa: ¿Va a ser esta la legislatura del acuerdo sobre la renovación del pacto estatutario, nuevo estatus, nuevo estatuto, como cada cual quiera llamarlo?
Ojalá fuera, ¿no? Nosotros siempre hemos sido muy claros. Tenemos la mano tendida y la puerta abierta. Es una pena la oportunidad que perdimos con la ponencia de autogobierno, cuando prácticamente teníamos un documento acordado en el 95% y un 5% que eran discrepancias. Ese acuerdo actualizaba prácticamente los últimos 40 años de nuestra historia en Euskadi, incorporando los nuevos derechos y enfocándolos hacia el futuro. Ahora bien, si hay algunos que prefieren fijarse en ese 5% que nos separa y no en el 95% que nos une, pues es difícil que lleguemos a un acuerdo, ¿no? O si se quiere que el acuerdo pase por justificar un derecho político para constituir un Estado o hablar más de independencia y soberanía, será difícil el acuerdo. Aun así, insisto en nuestra mano tendida, pero también hay que tener en cuenta que en el siglo XXI yo creo que el problema de Euskadi no es si somos una nación o no somos una nación, sino si podemos convivir personas que pensamos de forma diferente en el mismo sitio y en el mismo lugar.
“Las cifras de empleo son buenas. Ahora tenemos que seguir incidiendo en que sea mejor y más estable”
Si para Mikel Torres el balance general de este primer año es satisfactorio, también lo es el de las materias que le afectan específicamente como consejero de Economía, Trabajo y Empleo. A pesar de la incertidumbre global y los sobresaltos, los indicadores son positivos.
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¿Ha sido este primer año de legislatura bueno para el empleo?
Los datos han sido magníficos. Terminamos 2024 con más de un millón de afiliados a la Seguridad Social y mes a mes seguimos creciendo. Tenemos una tasa de desempleo del 7,3%. Estamos creando más empleo y, además, de mayor calidad. Alrededor del 25% de los puestos que se crean son indefinidos. Ahora tenemos que seguir incidiendo en que el empleo sea más estable. Lo importante es que el empleo que se cree sea un empleo de calidad, con derechos, que sea decente y es en ese sentido en el que estamos trabajando con las empresas.
¿Tenemos herramientas para afrontar la inestabilidad y las incertidumbres en el plano global, sobre todo con la peligrosa política arancelaria de Trump?
Siempre me gusta decir, y se lo digo a las organizaciones empresariales, que confíen en la economía vasca, que confíen en Euskadi. Es cierto que una parte muy importante de nuestra economía depende de las exportaciones a Europa, y es la gran parte en la cual nosotros estamos sufriendo porque Europa está creciendo la mitad de lo que está creciendo, por ejemplo, Euskadi. Eso se está notando en que nos cuesta crecer más ahora. Eso sí, lo que crecemos, lo crecemos de una forma estable y de una forma más segura.
¿La ‘operación Talgo’,fundamentada en la colaboración público-privada, es el modelo a seguir?
"Talgo es el modelo. El Gobierno va a entrar en operaciones que tengan un socio industrial"
Es uno de los modelos a seguir y, sobre todo, es el modelo a seguir cuando tenemos un riesgo de que puedan desaparecer de aquí los centros de decisión de esas grandes empresas que son tractoras en Euskadi. Y en eso, en el Gobierno vasco lo tenemos claro. Nosotros queremos afianzar con los fondos económicos que estamos creando la posibilidad de que esas empresas se queden en Euskadi participando nosotros desde el Ejecutivo. Y en ese sentido, creo que la alianza público-privada o el grupo de defensa industrial o la alianza financiera vasca son instrumentos fundamentales para hacerlo y creo que todo el mundo está de acuerdo en que lo hagamos.
Deslocalizaciones
¿Hay modo de evitar los sobresaltos que hemos tenido con grandes empresas que han decidido o limitar mucho su producción o directamente marcharse?
“Una de las prioridades es conseguir que los centros de decisión de las empresas se queden en Euskadi”
Pues eso pasa cuando los centros de decisión no están aquí. Por tanto, tenemos que trabajar con anterioridad para saber que esas posibles situaciones se pueden prever.
¿Ha mejorado algo el diálogo social? El recién reelegido secretario general del sindicato mayoritario, ELA, sigue apostando por la confrontación.
Es una estrategia sindical que él ha establecido como su primera prioridad. Yo tengo que decir que las reuniones que he mantenido con él han sido muy cordiales. Es cierto que mi interés sería que tanto ELA como LAB participaran en la mesa de diálogo social.
¿Y la patronal? También se levantó de la mesa cuando se intentaba consensuar un salario mínimo propio.
Yo creo que la patronal siempre está apelando al diálogo. Por tanto, cuando los demás apelamos al diálogo y es la patronal la que no quiere sentarse en ese diálogo, la verdad es que se cayó un poco ese discurso. Pero creo que es una patronal muy comprometida con todos los aspectos sociolaborales en Euskadi
Los sindicatos reclaman un salario mínimo vasco en las manifestaciones del Primero de Mayo
El salario mínimo propio para Euskadi solo puede ser por acuerdo entre los agentes sociales.
Nuestro compromiso fue elaborar un informe sobre la cuantía que haremos público este mes de junio. Queríamos ponerlo a disposición de esa mesa que no llegó a constituirse. Pero esperemos que en un futuro sea posible el acuerdo porque yo creo que la distancia no es tanta.
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