Junts negó ayer que hayan roto “ningún pacto” con otros grupos de la oposición al descartar la posibilidad de impulsar una moción de censura contra la alcaldesa del municipio de Ripoll, Sílvia Orriols, líder de Aliança Catalana, formación independentista pero de extrema derecha. “De pacto suscrito no había ninguno. No se ha roto ningún pacto. Ha habido conversaciones. Hemos tomado una decisión y estamos convencidos de este cambio. Un cambio que si debe ser, será en 2027 y en las urnas, no en los despachos”, recalcó el concejal de JxCat en esa localidad, Ferran Raigon, junto con el resto de concejales del partido en ese municipio y el secretario general de Junts, Jordi Turull.
Junts cree que las condiciones actuales hacen “inviable” la moción y “aumentaría el victimismo” de la líder de AC. El partido de Carles Puigdemont alega que “no es viable sustituir un gobierno en minoría por otro gobierno en minoría, porque está el riesgo de que la ciudadanía crea que se trata de un simple cambio de sillas”, reseñó en un comunicado. De esta manera, Junts frustra la mayoría que haría posible la moción de censura a Orriols: Junts, ERC y PSC suman ocho concejales frente a los seis de Aliança Catalana, el partido de la alcaldesa, mientras que CUP cuenta con dos y Som-hi Ripoll, con uno.
El pasado enero, Orriols se sometió a una moción de confianza después de que le tumbasen los presupuestos, la perdió y se abrió un plazo de un mes para que la oposición conformase un bloque con mayoría suficiente como para forzar el relevo del equipo de gobierno. Pero para JxCat, una moción de censura “aumentaría el riesgo de que la alcaldesa aumente su victimismo y azuce una confrontación social de difícil reconducción, al menos a corto plazo”. “Ya hemos visto que a Aliança Catalana esta estrategia le interesa y no tiene ningún límite ético para conseguir su propósito”, subrayan en la nota. Junts entiende que la alternativa a Orriols debe ser fuerte, con gran apoyo popular y fruto de la voluntad mayoritaria de los ciudadanos.
Orriols, la regidora, cree que “el resumen de la jornada es que ha habido un pulso” y que lo ha ganado, a su juicio, el municipio de Ripoll. En otro tuit remarcó que no hará “sangre” con la decisión de Junts porque, textualmente, quiere lo que quería. También dijo que se siente orgullosa de ser alcaldesa de Ripoll: “Me afanaré duro para hacerme digna de vuestra confianza. Viva Ripoll y viva Catalunya”, concluyó.
Críticas de ERC y la CUP
Desde ERC, su portavoz en el Congreso, Gabriel Rufián, criticó la postura de JxCat ya que cree que no se puede ser un día “antifascista” y al siguiente ya no. El dirigente republicano recordó a Junts que ERC lleva “más de 90 años” siendo “antifascista” y que “no cambia de opinión” en función de las siglas o las banderas. “Nosotros somos antifascistas, tengan una estelada o tengan una roja y gualda”, resumió. Desde la CUP, acusaron al partido de Puigdemont de romper el consenso formado en “toda la oposición”. “Hemos visto cómo Junts ha hecho caso a Barcelona y ha puesto por delante sus intereses de partido por encima de los intereses de Ripoll”, constató. Asimismo, el PSC reafirmó su “compromiso firme” contra los partidos de extrema derecha. – E. P.