El peso que los partidos de ultraderecha tendrán tras las elecciones europeas, una cita con las urnas a priori propicia para sus intereses, ha permeado en la campaña electoral desde el primer día. Así, el presidente español y líder del PSOE, Pedro Sánchez, alineó ayer al PP con estas formaciones reaccionarias. Puso como ejemplo el rechazo del presidente popular, Alberto Núñez Feijóo, a los fondos europeos, así como sus intentos de “quebrar” al Gobierno socialista y a él mismo con “bulos y difamaciones”.

“Van listos”, afirmó en un mitin en Sevilla, reiterando así la expresión que ya empleó en su comparecencia del pasado miércoles en el Congreso. Defendió que los fondos Next Generation están permitiendo a España crecer “más que la media europea” y que más de 21 millones de personas estén trabajando. “Yo no sé en qué equipo juega Feijóo, pero desde luego no en el equipo de España”, aseveró ante más de 2.000 asistentes, según el PSOE.

Por este motivo, pidió el voto socialista el próximo 9 de junio para “frenar a la derecha y a la ultraderecha”, y para que “retrocedan los reaccionarios y gane Europa”. Y es que se mostró convencido de que el PP volverá a pactar con Vox, después de que Feijóo se abriera a alcanzar acuerdos con partidos de ultraderecha como el de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.

Sánchez estuvo acompañado por el secretario general de los socialistas andaluces, Juan Espadas; la vicepresidenta primera del Gobierno y vicesecretaria del PSOE, María Jesús Montero, que aseguró que el partido defenderá y protegerá a Sánchez y a su esposa, Begoña Gómez, “en cada pueblo y cada barrio” frente a las acusaciones del PP; y la candidata socialista al 9-J, Teresa Ribera, que rechazó “el insulto, el fango, la mentira y el juego sucio”, y aseguró que en el PSOE “no queremos terraplanistas en política”.

Las voces en el seno del partido mayoritario en el Gobierno fueron por tanto múltiples, buena prueba de la trascendencia que se le ha dado a esta cita con las urnas, planteada como un plebiscito entre Sánchez y Feijóo. Ayer también se pronunció la portavoz del Gobierno y ministra de Educación, Pilar Alegría, que denunció que el presidente del PP “ha pretendido blanquear a la ultraderecha”. En un acto en Gasteiz junto a Idoia Mendia y Eneko Andueza, afirmó que, aunque Feijóo “no se atreva abiertamente a decir en campaña electoral que va a pactar con la ultraderecha, ya no engaña a nadie”. Recordó los gobiernos de coalición del PP y Vox y advirtió que si eso lo ha hecho en el Estado, también lo hará en Europa.