El Tribunal Correccional de París ha condenado a Jean Noël Etcheverry Txetx y Béatrice Molle, dos de los cinco miembros detenidos en Luhuso cuando neutralizaban parte del arsenal de ETA, aunque dicha declaración de culpabilidad ha quedado exenta de ninguna pena. La Justicia francesa no ha absuelto a Etcheverry y Molle, como reclamaban las defensas, pero sí ha atendido a la evolución posterior de los hechos y al contexto de desaparición de ETA, donde se terminó implicando el Gobierno galo.

En la vista oral que se desarrolló en la capital gala a comienzos de abril, el Ministerio Público francés rechazó pedir la absolución, aunque la evolución de los hechos posteriores (el desarme de Baiona se hizo con el visto bueno francés) y los años transcurridos desde entonces llevaron a la Fiscalía a reducir las peticiones iniciales de entre 7 y 10 años. Un tercer detenido, Michel Bergouignan, fue sacado del proceso judicial, mientras que Mixel Berhokoirigoin y Michel Tubiana han fallecido desde 2016.

Sin necesidad de aclarar ni autorías del presunto delito ni su objetivo (inutilizar arsenal de ETA), la Fiscalía se centró en la tenencia probada de armas y en la finalidad de la acción, que vio vinculada al terrorismo. “No hace falta ser miembro de ETA para compartir sus fines”, ha llegado a espetar la fiscal antiterrorista adjunta Aurélie Valente, que se preguntó si “transportar y tener esas armas está hecho de acuerdo a los intereses de ETA”.

Valente denunció en la segunda jornada de la vista oral que que ese proceso de desarme “lo querían hacer tal y como quería ETA”, con el objetivo de que sus miembros “tuvieran garantías” e impedir aclarar los cerca de 300 asesinatos aún sin autores conocidos.

La Fiscalía rebaja la petición

Aun así, la finalidad de la propia acción como la evolución de los hechos los meses posteriores (amén de la desaparición de ETA) llevó a la fiscal antiterrorista adjunta a rebajar su petición inicial de entre 7 y 10 años a entre 1 y 2 años de cárcel, solicitud que queda en suspenso por la dispensa del tribunal, así como la prohibición de tenencia de armas durante los próximos cinco años.

Valente justificó en abril en el propio perfil de los encausados, el final del proceso de ETA, con el desarme de Baiona (coordinado con París), así como los años transcurridos desde entonces. La fiscal adjunta rechazó asimismo pedir que Etcheverry y Molle sean incluidos en el fichero especial de condenados por terrorismo (FIJAIT).