El primer secretario del PSC, Salvador Illa, urgió ayer al president de la Generalitat, Pere Aragonès, a convocar la mesa de partidos catalanes para abordar “los problemas concretos” de la ciudadanía de Catalunya, como pueden ser la sequía, la educación, las energías renovables o la sanidad. Illa censuró el proceder del Govern, que en los últimos años se ha inmiscuido en exceso o en asuntos como “referéndum, autodeterminación e independencia”, pero “demasiado poco” en el resto de cuestiones.

Esta trayectoria de la Generalitat ha supuesto que Catalunya se sitúe “a la cola” en renovables, educación o sin inversiones recientes en infraestructuras para combatir la sequía. Tanto es así que durante toda de la legislatura, en la que el PSC ha insistido sin éxito en que hacía falta una mesa de diálogo entre partidos catalanes –algo que en 2019 sí convocó el expresident Torra–, ahora ha llegado el momento de abrir un espacio para una reflexión conjunta entre partidos catalanes, pero sin embargo, esta solo servirá para debatir las vías para reivindicar un referéndum pactado como el celebrado en Escocia en 2014. El PSC ya ha advertido que no quieren que este foro se centre en discutir una cuestión territorial con la que no están de acuerdo.

Así, el dirigente del PSC insiste en “poner en práctica mecanismos que permitan llegar a acuerdos” entre catalanes, subrayando aquello que nos une y minimizando lo que nos divide”. “Sigue habiendo una parte de dirigentes políticos que quieren ignorar a una parte de Catalunya. Se equivocan, porque esta parte de Catalunya existe y se expresa políticamente”, manifestó. Asimismo, y a este respecto, consideró que “todo lo que se tarde en reconocer la pluralidad de Catalunya”, en “respetar esta diversidad” y en admitir “algunos errores cometidos recientemente” al “ignorar” esta heterogeneidad, “retardará las soluciones”. “Que nadie se piense que se resolverán cosas sin contar con el conjunto de los catalanes y, en particular, a los que nosotros representamos”, citó.

Por otro lado, Illa tuvo palabras de crítica hacia la legislatura catalana, que encara su tramo final bajo el mandato de Aragonès. Una “legislatura perdida”, según profundizó, ya que “la mayoría de la investidura se deshizo a la primera curva. La CUP salió y, a la segunda curva, se salió Junts”, aseveró sobre la decisión de JxCat de abandonar el Govern en octubre de 2022. “Ha sido un esfuerzo para sobrevivir, para no ahogarse, con una debilidad parlamentaria muy poco adecuada al contexto que estamos viviendo. En estos cuatro años, ¿qué se ha hecho en Catalunya?”, se preguntó, para a asegurar que “nada bueno”.