La tercera oleada del barómetro de opinión del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO) dibuja un escenario más propicio para el sentimiento constitucionalista en Catalunya: el 52% de los catalanes estaría en contra de la independencia, once puntos por encima de los que están a favor, que se sitúa en el 41%. Efectuado mediante 2.000 entrevistas del 9 de octubre y el 7 de noviembre, antes de conocer el contenido de la ley de amnistía y el pacto de JxCat con el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez, lo cierto es que es el PSC el que mejores resultados obtiene. Si a día de hoy se celebraran elecciones al Parlament, el PSC se situaría en cabeza con una horquilla de entre 39 y 45 diputados; ERC, actualmente en el Govern de la mano de Pere Aragonès, obtendría entre 29 y 34 representantes; Junts se posicionaría como tercera fuerza, con entre 19 y 24 escaños; seguido del PP (12-17) y en Comú Podem (10-14).

El estudio sociológico dibuja un escenario poco propicio para el secesionismo, que parece haber encarado una etapa de pérdida de apoyos que se mantiene inalterable durante los meses. El porcentaje de apoyos al independentismo no registra apenas variación con respecto a las anteriores encuestas, aunque seguiría ganando con el 42% frente a un 31% votaría que no. Lo que sí obtiene un respaldo importante –45%– es el apoyo al derecho a decidir su futuro en un referéndum, así como el rechazo a la Constitución española. La Carta Magna solo consigue el beneplácito del 22% de los encuestados.

Por su parte, el escenario político parece confirmar que el líder de los socialistas catalanes, Salvador Illa, es quién sale mejor parado. No en vano, el PSC remonta posiciones al mejorar ostensiblemente sus resultados –supera ampliamente los 33 parlamentarios actuales, llegando a entre 39 y 45–. Asimismo, ERC apenas sumaría nuevos apoyos, si bien ve cómo su dirigente Oriol Junqueras es el mejor valorado por la ciudadanía catalana. Por el contrario, su acción en el Govern de Aragonès no logra pasar del suspenso. Logra un 4,1 de nota media. Tampoco lo hace el Gobierno español, que se queda en un pobre 3,7.

En todo caso, y según el CEO, sería el JxCat del expresident Carles Puigdemont quien mayor desgaste sufriría: pasaría de contar con 32 miembros en el Parlament a disponer de 24 como mucho. Lo que deja patente el estudio sociológico es que la suma de las tras formaciones soberanistas –ERC, Junts y CUP– no daría para alcanzar la mayoría absoluta. Se quedarían al borde de conseguirlo con un total de 66 escaños, dos por debajo.