El respeto institucional a quien representa a la sociedad se presupone en cualquier acto del que se recibe invitación. No ha sucedido este lunes durante la celebración del XXVI Congreso de Empresa Familiar celebrado en Bilbao, donde el lehendakari sufrió un bochornoso boicot durante su intervención por parte del público asistente. 

Como es habitual en su proceder discursivo, siempre de carácter bilingüe, Iñigo Urkullu comenzó su discurso en euskera. Sin embargo, pasados unos segundos, una parte del auditorio concentrado en el Palacio Euskalduna, con presencia de más de 500 empresarios familiares procedentes del conjunto del Estado español, comenzó a toser, carraspear e incluso murmurar para hacer notar su disconformidad con el uso de la lengua vasca

En ese momento, el lehendakari interrumpió su alocución y se quedó en silencio. Conscientes del momento de tensión que se estaba generando, el público asistente optó por volver al silencio tras lo que el lehendakari retomó la palabra y terminó su discurso haciendo uso del castellano, pero también del euskera, a fin de mostrar al auditorio que la lengua vasca debe ser respetada. 

Al abandonar el acto, el lehendakari trasladó tanto al presidente de la Asociación de la Empresa Familiar de Euskadi, Jose Miguel Lanzagorta, como al propio Alberto Núñez Feijóo su malestar. “Son unos maleducados”, les señaló. Acto seguido abandonó el Palacio Euskalduna para asistir al evento de celebración del 40 aniversario de la presencia de la mujer en la Ertzaintza que estaba convocado momentos después en el Edificio Ensanche, también en Bilbao. 

No es la primera ocasión en la que el lehendakari se encuentra en una situación parecida. En septiembre de 2021, durante un congreso de juristas también en el Euskalduna, con la presencia de 83 asociaciones de abogacía de todo el Estado, varios de los asistentes llegaron a abandonar la sala cuando Urkullu apenas había comenzado a hablar en euskera. “Cincuenta años después he sentido nuevamente de manera ostensible el franquismo sociológico existente en España”, ha lamentado el lehendakari. Nadie abucheó al rey Felipe VI por haber llegado tarde al evento.