Con la nueva Ley de Memoria Democrática bajo el brazo tras su aprobación en 2022, el Gobierno español quiso realizar varios gestos en el marco del 86 aniversario del bombardeo de Gernika celebrado el pasado 26 de abril, empezando por la presencia, por vez primera en ese acto, de un ministro en la figura de Félix Bolaños. El propio ministro de la Presidencia anunció en ese marco que la villa iba a ser declarada lugar de memoria en virtud de la nueva ley. 

La sorpresa llegó al día siguiente con la publicación de la orden en el BOE, donde se reflejaba que la declaración se circunscribía a la Casa de Juntas de Gernika. Ello provocó el estupor y enfado de diversas instituciones de la CAV, que presentaron una serie de alegaciones que ahora han sido admitidas, de modo que todo el espacio urbano será declarado como lugar de memoria por el bombardeo que sufrió en 1937.

Acto de propaganda

Especialmente acusado fue el malestar expresado por la presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia, Ana Otadui, que el 28 de abril manifestó su “sorpresa y perplejidad” por esta iniciativa. En un comunicado, expresó su deseo de que el Gobierno español “rectifique y deje sin efecto su anuncio de pura propaganda y desconocimiento de la simbología y el significado que para los vizcainos y vizcainas tienen las Juntas Generales, su sede parlamentaria y el árbol que cobija”.

La propia institución que preside, junto al Ayuntamiento de Gernika-Lumo, el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos-Gogora y la UPV/EHU presentaron alegaciones, cada una con sus respectivos informes técnicos, para modificar el expediente y extender la declaración como lugar de memoria a todo el municipio, como símbolo internacional de la masacre a la población civil. Unas reclamaciones que han sido atendidas finalmente por la Dirección General de Memoria Democrática, dependiente del Ministerio de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática. 

Así, el renovado documento conocido hoy recoge que “se modifica el contenido del expediente de declaración de oficio de lugar de memoria democrática a los efectos de ampliar el mismo al espacio urbano de Gernika-Lumo, como lugar en el que se produjo el bombardeo de 1937 y los hechos de singular relevancia por su significación histórica, simbólica y su repercusión en la memoria colectiva”. 

Invitación a Sánchez

Que el Estado lleve a cabo un acto de reconocimiento y reparación simbólica, moral e institucional del bombardeo de Gernika es una reivindicación del Gobierno vasco que todavía no ha sido satisfecha, y que incluye una invitación del lehendakari Iñigo Urkullu al presidente español ahora en funciones, Pedro Sánchez, para que visite la villa coincidiendo con el aniversario de la masacre. El texto publicado originalmente en el BOE recordaba que el ataque fue perpetrado por la Legión Cóndor alemana en apoyo “al militar insurgente” Francisco Franco en su intento de derrocar “al gobierno legítimo de la II República”.

El anuncio de que se iba a declarar la villa como lugar de memoria generó suspicacias en primer lugar porque no había sido comunicado a las instituciones vascas. A pesar de que se citaba la villa como primer lugar de memoria, la propia Ley de Memoria Democrática contempla otros lugares de especial relevancia vinculados a la “represión y violencia” contra la población como el Fuerte de San Cristóbal de Iruñea, que fue reconvertido en una cárcel, el Palacio de la Cumbre de Donostia, donde fueron torturados Lasa y Zabala, el Valle de Cuelgamuros y el Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca