El Tribunal Superior de Londres evaluará la denuncia que ha presentado Corinna Zu Sayn-Wittgenstein contra el rey emérito Juan Carlos I de España por presunto acoso antes de pronunciarse sobre si va juicio en las cortes inglesas, tras concluir este viernes las vistas preliminares del caso.

La jueza Rowena Collins Rice terminó de escuchar hoy, en la sala número 13, los argumentos que la parte demandante y la defensa del emérito han expuesto en los últimos cuatro días, después de que Juan Carlos I haya solicitado que la corte desestime la demanda de su examante y considere que Inglaterra no tiene jurisdicción.

Al término de las exposiciones, marcadas hoy por numerosos tecnicismos, la magistrada agradeció a los abogados de Corinna y del rey emérito los argumentos presentados y dijo que tiene "mucho en lo que pensar", sin decir cuándo podrá dar a conocer su dictamen, aunque se estima que será en los próximos meses.

Corinna, ausente hoy del tribunal, acusa al emérito de haberla acosado directamente o a través de terceras personas entre 2012 y 2020, ya sea interfiriendo supuestamente en sus comunicaciones de teléfono móvil o desprestigiándola a través de publicaciones en la prensa.

No obstante, los actos de acoso presuntamente cometidos antes del 18 de junio de 2014 -cuando el rey emérito abdicó- están fuera de litigio porque el Tribunal de Apelaciones en Inglaterra y Gales reconoció en diciembre pasado la inmunidad del exmonarca.

Una vez conocido el dictamen, éste podrá ser recurrido -por la parte que pierda- a ese Tribunal de Apelaciones, por lo que se perfila aún un largo periodo de tiempo hasta saber si el caso va a juicio en las cortes de este país o queda desestimado.

La defensa del exmonarca pide al tribunal que rechace la demanda por considerar que no hay pruebas suficientes sobre las alegaciones vertidas por Corinna, pero también afirma que muchos de los supuestos acosos ocurrieron fuera del territorio británico.

Además, la defensa considera que, si hay juicio, éste debería celebrarse en el Estado español porque es donde el rey emérito tiene su domicilio legal, si bien actualmente vive en Abu Dabi.

Durante dos días, el abogado del antiguo monarca, Adam Wolanski, trató de desmontar cada una de las alegaciones de Corinna y las consideró "vagas" por falta de pruebas concretas.

Por su parte, el abogado de Corinna, Jonathan Caplan, pidió a la jueza que se permita que testigos declaren en un eventual juicio civil a fin de que puedan aportar la versión de los hechos.

Según explicó este letrado, los presuntos hechos, aunque hayan ocurrido en distintos países, tienen una línea de "conducta", destinada a controlar de alguna manera a la demandante.

Caplan ha calificado los supuestos acosos de "siniestros" y "graves" y mencionó, por ejemplo, le interferencia en objetos electrónicos de Corinna o de asesores que trabajan para ella, así como la intención de perjudicar la integridad de la empresaria.

Estos han sido acosos que se han prolongado en el tiempo de "un hombre poderoso contra una mujer", dijo Caplan, y resaltó que hay "múltiples" alegaciones que pueden atenderse en un juicio.

"Es mejor que las pruebas sean escuchadas" en el proceso legal, insistió el letrado.

Corinna pide una indemnización de 126 millones de libras (unos 146 millones de euros) por daños y afirma que las acciones del rey emérito le provocaron una gran ansiedad.

Por su parte, el rey emérito, de 85 años, rechaza "enfáticamente" que participase o acosara directamente a su examante con el objetivo de recuperar 65 millones de euros que le había regalado.