A la desesperada. Así se puede interpretar la propuesta que lanzó ayer EH Bildu a los partidos que han obtenido representación en la cámara foral, excepto el PP, de un programa de mínimos para sustentar un gobierno en la Diputación de Gipuzkoa liderado por Maddalen Iriarte como ganadora de las elecciones. Este ofrecimiento llega después de que PNV y PSE confirmaran el viernes la reedición de su pacto de gobernabilidad, por el que se apoyarán mutuamente en aquellas instituciones en que no tengan mayoría absoluta por sí mismos. Un pacto que abre la puerta a que la jeltzale Eider Mendoza sea elegida diputada general de Gipuzkoa con los votos de su partido y de los socialistas vascos, y con el apoyo de al menos uno de los tres junteros del PP. En el otro lado de la balanza estarían EH Bildu y Elkarrekin Podemos, aunque todas las dudas se resolverán en la sesión de investidura del día 17.

La propia Iriarte fue la encargada de lanzar esta propuesta en el marco de una asamblea celebrada en Arrasate con alcaldes, concejales y junteros electos de EH Bildu en el territorio para hacer un repaso a los resultados obtenidos en las elecciones municipales y forales del pasado 28 de mayo. En dicha cita reivindicó gobernar en Gipuzkoa al ser la primera fuerza, un objetivo que se ha puesto sin embargo cuesta arriba merced al pacto PNV-PSE, que también dará la alcaldía de Gasteiz a la socialista Maider Etxebarria.

Maddalen Iriarte no hizo mención expresa a ninguna sigla, aunque desde la coalición abertzale aclararon que se dirigía a todos menos el PP, la única formación con la que ha asegurado que no tiene intención de reunirse. La candidata afirmó que “el objetivo de EH Bildu sigue intacto y nada está escrito todavía en Gipuzkoa. Seguimos con la mano tendida para conformar un gobierno amplio y de progreso que responda a los retos” de la actualidad.

De este modo, ofreció “un programa de mínimos” al PNV, PSE y la amplia coalición Elkarrekin Podemos que estaría sustentado en los siguientes contenidos: “el desarrollo del territorio, los cuidados, la promoción de nuestro tejido industrial, vivienda, transporte, euskara y cultura, política fiscal y relaciones con Ipar Euskal Herria”.

Iriarte criticó ayer que aquellos que hablaban de gobernanza colaborativa y de mejorar la vida de la gente “han tardado bien poco en empezar a jugar al juego de las sillas”. “Los mismos de siempre, haciendo política de forma viejuna, con el único interés de que todo siga igual”, añadió, y concluyó que “las fórmulas del pasado ya no valen”.

Sin contraprestación al PP

Desde la misma noche electoral, el PP ha dicho que dará sus votos gratis para impedir que EH Bildu acceda a ningún gobierno, lo que sería necesario en la Diputación de Gipuzkoa y la alcaldía de Gasteiz. Aunque después ha modulado esta oferta y ha pedido ocupar puestos en los gobiernos del PNV y el PSE, citando cargos concretos como el área de Deportes en Gipuzkoa, nadie pone en duda que, por “responsabilidad”, cortará el paso a la coalición soberanista en las sesiones de investidura.

El parlamentario del PNV Aitor Urrutia afirmó ayer que, tras el acuerdo PNV-PSE, “presentaremos a nuestros candidatos y que cada palo aguante su vela. La posición de Elkarrekin Podemos es clara e irá previsiblemente a apoyar a EH Bildu. Queda en manos del PP, que tendrá que elegir si prefiere a la candidata del PNV o a la de Bildu en la Diputación de Gipuzkoa o a la socialista o a la de Bildu” en Gasteiz.

Advirtió por ello de que no ve “ninguna necesidad de contraprestación” al PP por sus posibles apoyos para las investiduras. “Ni a nivel de carteras ni a otros niveles”, señaló, por lo que instó a los populares a “definirse” de cara al día 17.