Asociaciones y activistas Trans y LGTBI han celebrado ante el Congreso la aprobación de la ley que reconoce los derechos del colectivo entre aplausos y gritos de celebración como "Hay Ley Trans" o "Sí se puede".

Muchos de los congregados ante la conocida como Puerta de los Leones de la Cámara baja, a los que se han unido la ministra de Igualdad, Irene Montero, la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez, y la directora general de derechos LGTBI, Boti García, lucían camisetas con el mensaje "Que nadie nos arrebate la felicidad".

La presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales, Bisexuales, Intersexuales y más (FELGTBI+), Uge Sangil, ha destacado el reconocimiento que esta norma va a suponer para las personas trans, pero también ha puesto el foco en que la norma "amplía los derechos" de todo el colectivo LGTBI en general.

Sangil ha lamentado, sin embargo, la actitud del PSOE durante la tramitación de la norma, así como la abstención de la exvicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, en la votación de la ley, saltándose la disciplina de voto del PSOE. "No tiene mirada política porque no vela por la ciudadanía y los derechos humanos, que es de lo que estamos hablando hoy", ha apuntado.

NEGOCIACIONES CON CALVO

La presidenta de la FELGTBI+ fue, junto con representantes de Euphoria Familia Trans Aliadas y Fundación Triángulo, una de las responsables de negociar con Calvo, entonces vicepresidenta del Gobierno, para que el texto llegara al Consejo de Ministros. Según ha explicado a Europa Press, todos ellos se preparaban muy bien las reuniones trazando "fórmulas" y "estrategias" para que Calvo no pudiera echar para atrás la ley en ningún momento.

Aunque ya entonces sabían de la opinión de la socialista sobre algunos puntos de la norma, Sangil ha señalado que han vivido con "tristeza" el "giro" que ha dado, impulsando ella misma las enmiendas presentadas por el PSOE en el Congreso para limitar la autodeterminación de los menores trans a partir de los 16 años o endurecer el proceso de reversión. Ambas iniciativas fueron rechazadas en el trámite de la Comisión.

"Deberíais preguntarle a ella el porqué de ese cambio ideológico. Habría que ver qué y a quién debe", ha apuntado Sangil.

LA CONCIENCIA DE LA EXVICEPRESIDENTA

De la actitud de Calvo también ha hablado la exdiputada del PSOE en la Asamblea de la Comunidad de Madrid, Carla Antonelli. "Cada cual sabrá lo que tiene en su conciencia y cómo quedará retratada para la historia", ha apuntado al ser preguntada por la abstención de la exvicepresidenta.

Antonelli ha recordado que Calvo estaba a favor de una ley trans "con puntos más avanzados" que la que se ha votado este jueves. Por lo que, a su juicio, su actitud de ahora es una "cuestión de incoherencia" y el "haberse subido a un caballo del que no se ha podido bajar". "Cada cual sabe las piedras que lleva en su mochila, nosotras vamos muy ligeras de equipaje", ha añadido.

Más allá de esto, la exdiputada y activista por los derechos trans ha asegurado que este jueves es "el primer día de recuperación de la dignidad" para este colectivo después de "dos años" de "caminos tortuosos" en donde el país había "involucionado" a través "del acoso, la criminalización y la estigmatización" de las personas trans.

A su juicio, "este país siempre ha sido, es y será más grande el día que amplía derechos a los ciudadanos" y ha señalado que dar estos derechos "a quien no los tenía" no es "recortar derechos a nadie".

UNA CIRUGÍA Y UN TRATAMIENTO HORMONAL

Mientras, la presidenta de la Federación Plataforma Trans, Mar Cambrollé, ha recordado que las personas trans estuvieron 20 años, entre 1987 y 2007 "dependiendo de una cirugía genital" y de un "proceso judicial que podía llegar a costar hasta 500.000 de las antiguas pesetas" para cambiar su nombre y su sexo en el Registro Civil. Además, al aprobarse una nueva ley en 2007 debían someterse "forzosamente a dos años de tratamiento hormonal" que, según ha explicado, supone "una esterilización forzosa" para quien lo sufre.

Con esta nueva ley, según ha explicado Cambrollé, se "desmedicaliza" la identidad sexual y se despatologiza, pues "ya no se exige informa psicológico". Según ha apuntado, este jueves es el día "más importante para la democracia y la sociedad" pues se trata de un día en el que "se reconocen derechos".

De igual forma ha celebrado esta aprobación la presidenta de la asociación Chrysallis, Ana Valenzuela, que se ha referido de forma específica a las infancias trans "que podrán ver cambiados sus nombres" en el Registro Civil y, "a partir de los 14 años, sin pasar por jurisprudencia también podrán modificar la mención del sexo". Aunque ha reconocido que "quedan derechos por reconocer", ha puesto en valor "el avance" que esto supone. "Tenemos mucho que celebrar hoy", ha asegurado.