Más de un millar de personas se concentraron ayer domingo ante la sede de la comandancia de la Guardia Civil en Iruñea para apoyar la presencia del instituto armado en suelo navarro. Con la transferencia de la competencia de Tráfico a la Comunidad Foral como telón de fondo, y bajo la presencia de miembros de partidos como PP, UPN, Ciudadanos o Vox, la protesta –convocada por una amalgama de colectivos de víctimas del terrorismo de ETA– se convirtió en un evento para atizar al presidente socialista Pedro Sánchez bajo la falsa premisa de la desaparición de la Guardia Civil en Nafarroa.

Algunos analistas afirmaron que la protesta aspiraba a repetir la imagen de Colón –aquella que deslizó la unión de las derechas de PP, C’s y Vox hace tres años años en Madrid– pero en Iruñea, si bien no hubo foto conjunta y la marcha pinchó. Aun así, la concentración repitió esquema, tanto por la participación –estuvieron presentes Arrimadas o Abascal, no así el popular Núñez Feijóo– como por diversos detalles, como las proclamas lanzadas, la proliferación de rojigualdas o los himnos de la Guardia Civil.

Durante el evento se pudieron escuchar mensajes como “Pedro Sánchez dimisión” o “Bildu asesinos” y se pudieron leer pancartas como Navarra con la Guardia Civil, Los jóvenes os queremos aquí, ¡Viva la Guardia Civil! o Aquí nadie sobra. Asimismo, se dio lectura a los nombres de los guardias civiles asesinados en la Comunidad Foral por ETA y también de los agentes de origen navarro asesinados en otras comunidades autónomas.

Pilar Ollo, familiar de un guardia civil asesinado por ETA en 1984, dio lectura a un comunicado en el que calificaron de “inadmisible que las competencias autonómicas se consideren moneda de cambio en oscuras negociaciones con un partido que tiene como objetivo hacernos perder nuestra identidad y anexionarnos a otra comunidad autónoma”. Por ello, instaron al Gobierno de Sánchez a “reconsiderar la situación y no ejecutar la transferencia de Tráfico en estas circunstancias indignas”. Por su parte, el vicesecretario de Política Autonómica y Local del PP, Pedro Rollán, presente ayer en Iruñea, afirmó estar “absolutamente abochornado y enojado por cómo Bildu, en una negociación con Sánchez, excluye a la Guardia Civil de la prestación del servicio en las carreteras de Navarra”. Y la presidente de Ciudadanos, Inés Arrimadas incidió en que “jamás se debe negociar con Bildu nada que competa a la Guardia Civil, jamás se debe producir esa humillación de que sea Bildu quien determine si se va o no”.

Al hilo de la manifestación, la presidenta navarra María Chivite (PSN) respondió que la protesta estuvo montada “sobre una mentira”, que es que “vamos a echar a la Guardia Civil de Navarra, cuando es una cuestión falsa”. De paso, recordó que la transferencia de Tráfico “ha sido reivindicada por todos los presidentes de la Comunidad foral de Navarra, por la unanimidad de las fuerzas parlamentarias, y nadie va a echar a nadie”. De hecho, fue el presidente Aznar, en el año 2000, el que abrió la lata para la transferencia a petición del presidente navarro de entonces, Miguel Sanz. Asimismo, se incluye la posibilidad de que los agentes de Tráfico de la Benemérita puedan acogerse a la denominada pasarela para integrarse en la Policía Foral en materia de tráfico y seguridad ciudadana.