Barcelona conmemorará hoy el quinto aniversario de los atentados del 17 de agosto de 2017 con un acto institucional con una ofrenda floral y el Cant dels Ocells, así como con homenajes y protestas de signo contrapuesto, mientras las víctimas siguen denunciando su abandono. Como cada año, la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas (ACVOT), la Plataforma 17A y Politeia se han desmarcado del acto institucional y han convocado un homenaje a las víctimas a las 11.30 horas en la Rambla de Canaletas. A su vez, la plataforma ciudadana 17A exigimos responsabilidades, del entorno independentista, realizará una protesta a las 12.00 horas ante la sede de la Comisión Europea, en la que con diferentes lemas denuncian: “Estado español y CNI, responsables”, “Generalitat, inoperante”, “Basta ya de impunidad”.

En la localidad tarraconense de Cambrils, el tributo se llevará a cabo mañana ante el Memorial por la Paz, justo en el punto en que la madrugada del 18 de agosto de 2017 se perpetró el ataque que acabó con un muerto, siete heridos y cinco terroristas abatidos, pocas horas después del atentado de las Ramblas de Barcelona.

Younes Abouyaaqoub, un joven de 22 años y vecino de Ripoll (Girona), fue quien causó el terror en Barcelona cuando hacia las cinco de la tarde del 17 de agosto de 2017 embistió con una furgoneta a decenas de personas que paseaban por las Ramblas, en un recorrido de 650 metros entre plaza de Catalunya y el mosaico de Miró frente al Liceu, en el que mató a 13 personas y lesionó a más de un centenar, una de las cuales murió semanas después en el hospital. El joven terrorista abandonó la furgoneta, huyó a pie por el mercado de la Boqueria y cruzó andando Barcelona hasta la zona universitaria, donde a las 18.15 horas abordó a un joven que iba a aparcar su coche, le mató a puñaladas, lo colocó en los asientos traseros y logró escapar de un control.

Posteriormente, hacia las tres de la madrugada, cinco terroristas arrollaron con un turismo a varias personas en Cambrils y emprendieron una fuga a pie por el paseo marítimo, mostrando chalecos con explosivos que resultaron ser simulados, hasta que fueron abatidos, cuatro de ellos por el mismo mosso. Tras cuatro días de fuga, los Mossos localizaron finalmente, gracias a la colaboración ciudadana, a Abuyaaqoub escondido en un viñedo de Subirats (Barcelona) y lo abatieron cuando gritaba “Alá es grande” y se abría la camisa para mostrar un cinturón que parecía llevar cargas explosivas, que resultó ser falso. Los terroristas habían tenido que actuar a la desesperada después de la explosión, la noche antes, de la casa de Alcanar (Tarragona) donde preparaban explosivos, en la que murió el imán Abdelbaki Es Satty, que había captado y radicalizado a los miembros de la célula.

La Audiencia Nacional ratificó en julio la sentencia en la que el pasado año condenó a tres supervivientes de la célula y en la que admitió que las víctimas han sido “las grandes olvidadas” durante la instrucción. Impuso finalmente 43 años de cárcel a Mohamed Houli, herido en la explosión en Alcanar; 36 años a Driss Oukabir, quien alquiló la furgoneta de Las Ramblas; y ocho años a Said Ben Iazza por colaboración ya que prestó su documentación y una furgoneta para comprar y transportar explosivos.

El dato

Indemnizaciones. Hasta 355 víctimas figuran en la relación de hechos probados de la sentencia, aunque solo 216 han pedido alguna ayuda o indemnización al Ministerio del Interior. Por ahora, 130 obtendrán una compensación por los daños físicos o psíquicos causados con un importe global de 7,2 millones de euros.