El Gobierno vasco cree que la izquierda abertzale dejará escapar una oportunidad de oro cuando se ausente este domingo del homenaje institucional a Miguel Ángel Blanco, concejal del PP asesinado por ETA hace 25 años tras un secuestro que causó conmoción entre la sociedad vasca y en todo el Estado. El portavoz del Gobierno de Urkullu, Bingen Zupiria, ha lamentado este martes su ausencia y que Sortu no aproveche el acto para reflexionar sobre lo sucedido o para ofrecer una “explicación” a los miles de vascos que se manifestaron para pedir a ETA que no ejecutara al concejal.

Blanco fue asesinado en el marco de la estrategia de socialización del sufrimiento, una dinámica de hostigamiento y presión asfixiante a todo aquel que no comulgara con ETA, incluidos los concejales a pesar de su escasa proyección política, y que nació de la ponencia Oldartzen de la propia izquierda abertzale. Tras ese asesinato pareció despertar una conciencia colectiva entre los vascos de frontal rechazo hacia ETA, el espíritu de Ermua, que fue el principio del final de la organización armada e incluso cimentó el disenso interno sobre el uso de la violencia.

El secretario general de Sortu, Arkaitz Rodríguez, confirmó el lunes que su formación no estará presente en el homenaje, y lo justificó con el argumento de que al homenaje acudirán el rey español, Felipe VI, y representantes de las fuerzas de seguridad estatales y de fuerzas armadas (es un homenaje de Estado y los detalles los está cerrando el Ayuntamiento de Ermua), de manera que cree que la finalidad del acto es otra y no homenajear a Blanco. Se confirma así la ausencia del principal socio dentro de la coalición EH Bildu, una coalición que, de todos modos, ya parecía preparar el terreno para un anuncio de esta naturaleza cuando hace unos días dejaba caer que su presencia no siempre es bienvenida. La lista de invitados y las fricciones en otros homenajes sirven a la izquierda abertzale para esquivar su presencia en un acto que, en cierta manera, la interpela por su actitud en el pasado reciente.

Debe "una explicación"

Rodríguez dijo en Euskadi Irratia que hace cinco años la izquierda abertzale participó en los actos por el vigésimo aniversario (se refería a la presencia de Maddalen Iriarte, Pello Urizar y Julen Arzuaga, y fue este último quien suscitó críticas desde determinados ámbitos políticos, lo que sirvió en lo sucesivo a EH Bildu para asegurar que no siempre es bienvenida). Rodríguez añadió que participaron hace una semana en la inauguración de una exposición en Ermua, pero no acudirán al acto del domingo porque cree que no pretende homenajear a Blanco ni asentar la convivencia.

El portavoz del Ejecutivo vasco, Bingen Zupiria, fue interrogado al respecto en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno y lamentó que Sortu “no quiera aprovechar esta oportunidad para reflexionar sobre lo que sucedió en torno al secuestro y asesinato” del concejal. Recordó que “miles de hombres y mujeres” se echaron a la calle en 1997 para exigir a ETA “que no ejecutara a Miguel Ángel Blanco”. A todos ellos cree que aún se les debe “una explicación”.

Zupiria recalcó que el Gobierno de PNV y PSE ha tenido previsto desde el primer momento participar en este homenaje, y lo hará al máximo nivel con el lehendakari Urkullu y los vicelehendakaris Erkoreka y Mendia, entre otros.

Ayudas para la memoria

Por otro lado, el Consejo de Gobierno autorizó este martes la convocatoria de 137.500 euros en ayudas por parte del Instituto de la Memoria Gogora para que ayuntamientos y entidades locales puedan financiar proyectos que tengan que ver con la defensa de la libertad en Euskadi desde la Guerra Civil hasta la actualidad, para trazar itinerarios de memoria histórica y también para retirar los vestigios de simbología franquista que existan en las calles vascas.

El Gobierno de Urkullu quiere impulsar investigaciones y la publicación de estas, siempre que contribuyan a “reconstruir hechos traumáticos que se han vivido en Euskadi desde 1936 y que han supuesto graves vulneraciones de derechos humanos: la Guerra Civil, la dictadura franquista, el terrorismo de ETA y de otros grupos de extrema derecha y el GAL, así como de la violencia policial ilícita”, siempre que sean respetuosas con la no violencia y los valores democráticos.