bilbao - El PSE se ha llevado una buena impresión de su primera reunión con EH Bildu para abordar los Presupuestos autonómicos del próximo año y cree que es posible abrir una negociación, pero esta primera valoración es provisional y está cogida con pinzas porque los socialistas no tienen ninguna cifra y permanecen a la espera de una mayor concreción en la coalición abertzale. Ayer reiteró sus ejes generales, pero no les aclaró la forma de estructurar sus propuestas en el proyecto presupuestario, ni la valoración económica global, sino que la hará pública hoy.
EH Bildu, que ha votado en contra de todos los proyectos presupuestarios durante el mandato de Urkullu, ha lanzado en las últimas jornadas mensajes muy conciliadores, y los socialistas dejaron la reunión con la impresión de que es posible abrir una negociación. José Antonio Pastor constató en voz alta que “ha movido ficha”, aunque dio la sensación de estar matizando el mensaje que lanzó en la víspera y dijo que no hay que dar por perdidos a Elkarrekin Podemos y al PP, cuando este partido ya se ha autodescartado. La coalición aber-tzale inició ayer con el PSE su ronda de contactos con el Gobierno vasco y los dos partidos que lo conforman, aunque será hoy cuando haga público su documento y se compruebe si plantea medidas asequibles, sobre todo en el complemento para las pensiones, que el Ejecutivo espera que no sea imposible de pagar. El Gobierno vasco no sabe a qué atenerse, porque EH Bildu dio a entender en un primer momento que aspiraba a dotar al total de sus propuestas con 700 millones por la mejora de las previsiones del Consejo Vasco de Finanzas, pero ahora puntualiza que no es así.
La líder del PSE, Idoia Mendia, acudió acompañada por Susana Corcuera y Sonia Pérez a la reunión con EH Bildu, que estuvo representada por Maddalen Iriarte, Nerea Kortajarena y Unai Urruzuno. Los socialistas consideraron positivo el encuentro y valoran la disposición de EH Bildu, que creen que es nueva y no se ha producido en años anteriores, y también ponen en valor que las condiciones que plantea no son de máximos ni exige detener las obras del Tren de Alta Velocidad. Ahora la línea es otra. En términos generales, les parece razonable que EH Bildu esté hablando de aumentar el complemento para las pensiones de viudedad, combatir la brecha salarial e impulsar el empleo juvenil. No creen que haya planteado nada estratosférico.
En cualquier caso, no recibieron un documento con las cifras y medidas concretas, ni tampoco una valoración del coste total de la propuesta. El PSE quiere una mayor concreción más allá del planteamiento general, y puntualiza que la viabilidad de la propuesta sobre pensiones dependerá del mecanismo que proponga, y de la cantidad exacta. La apuesta de los socialistas es que el Presupuesto no se desvirtúe, según las fuentes consultadas. El PSE está directamente interesado en que la propuesta no desborde las Cuentas, porque sus tres consejerías podrían verse afectadas. El Gobierno vasco ya complementa las pensiones más bajas a través de la renta de garantía de ingresos, y ha dejado la puerta abierta a reforzarlo en el marco de la reforma de esta prestación, que está paralizada, pero se desconoce cuál es la ambición de EH Bildu. Solo se sabe que ha renunciado a asumir ya, de una sola tacada, la reivindicación de los pensionistas en las calles, que exigen una prestación mínima de 1.080 euros al mes. EH Bildu plantea una subida escalonada.
“sintonía” La reunión no duró más de una hora porque fue un primer contacto y se produjo en Gasteiz en día de pleno parlamentario, de manera que no podía extenderse demasiado. Desde EH Bildu explicaron a este periódico que también han detectado “buena sintonía”, y matizan que el coste total de su propuesta no se eleva hasta los 700 millones. “Sería un error interpretar que nuestra propuesta sea esa”, aclararon.
Las tres partes (PNV, EH Bildu y PSE) tienen la determinación de abordar el diálogo desde una óptica estrictamente presupuestaria, aunque visto desde fuera pueden sobrevolar consideraciones políticas: el trabajo interno que tendría que hacer la izquierda abertzale para virar el transatlántico hacia el acuerdo presupuestario con el PNV; los recelos que pueda generar a los jeltzales su buena disposición porque alguien en la izquierda abertzale podría utilizarla para añadirles presión en el debate del nuevo estatus de autogobierno; o la posibilidad de que la derecha madrileña agite contra Pedro Sánchez una alianza presupuestaria con EH Bildu en suelo vasco. El Gobierno vasco quiere aprobar sus Presupuestos, pero espera una propuesta viable.