bilbao - La presión que ha ejercido el PNV sobre Pedro Sánchez en el transcurso de la última semana comienza a surtir efecto, y se ha plasmado en un primer paso del presidente español para reconducir la relación con uno de sus socios más valiosos para asegurar la supervivencia de la legislatura y aprobar los Presupuestos del próximo año. El Gobierno español ha desbloqueado la rebaja de la tarifa eléctrica que ha lastrado históricamente la competitividad de la industria vasca. El asunto coleaba desde el año pasado, y lo aprobó el viernes en Consejo de Ministros, el sábado pasó al Boletín Oficial del Estado, y ayer entró en vigor con carácter retroactivo desde el 1 de enero de este año, según fuentes del Gobierno vasco, lo que supondrá un ahorro de 50 millones anuales para la industria autonómica y afectará a unas 1.059 empresas. Era uno de los compromisos que habían cerrado los jeltzales con el expresidente Rajoy y, aunque Sánchez había prometido cumplirlo, hasta ahora no había dado ningún paso y había mostrado señales de querer renegociarlo.

Después de que Andoni Ortuzar avisara de que la paciencia jeltzale tiene un límite, y tras una primera respuesta displicente de Madrid por boca de Isabel Celaá, Sánchez se puso manos a la obra para apagar el incendio y habló con el presidente del PNV. Le hizo saber que cumplirá lo prometido, que no solo concierne a la tarifa eléctrica, sino también a las obras del Tren de Alta Velocidad, el traspaso de los ferrocarriles y las autopistas, y la redacción de un calendario con las 37 competencias pendientes.

El primer movimiento de Sánchez ha sido la rebaja de la tarifa eléctrica, aunque pocos dudan de que le seguirán más gestos y así lo esperan desde Sabin Etxea. Este paso pone fin al agravio histórico que ha padecido la empresa vasca, que ha tenido que asumir unos costes más elevados que otras competidoras estatales porque está conectada a una red eléctrica más antigua, de 30.000 voltios, debido a que la industrialización llegó antes. El Gobierno español lo ha reconducido con un apartado dentro del real decreto de medidas urgentes sobre la transición energética aprobado el viernes, donde la tarifa vasca pasa de estar englobada en el apartado 6.1.b a figurar en el 6.2. Este asunto estaba coleando desde la negociación presupuestaria de 2017, donde el PNV logró el compromiso de Rajoy. No obstante, el expresidente lo congeló al comenzar el año 2018 como forma de presión a los jeltzales en las Cuentas de este año. Los Presupuestos se aprobaron, pero Rajoy fue desalojado por la moción de censura. Sánchez se comprometió a dar continuidad al acuerdo y después intentó revisarlo. El Ente Vasco de la Energía tiene contabilizadas 1.059 empresas autonómicas que se verán beneficiadas por este pacto, lo que supone elevar las cifras inicialmente previstas, que se situaban en 800.

Fuentes jeltzales puntualizan que Sánchez no ha regalado nada al PNV porque esta medida ya estaba comprometida, pero ponen en valor que existe una voluntad política clara por parte del socialista para reconducir el desencuentro y creen que la tarifa eléctrica es un “primer paso” al que le seguirán más movimientos. Consideran que su marcaje ha surtido efecto y destacan la conversación al más alto nivel entre Ortuzar y Sánchez, una prueba clara del interés del presidente en arreglar lo que haya podido romperse estos días. No obstante, recuerdan que quedan “muchas cosas más” que impulsar.

en la cuerda floja El presidente ha tomado nota tras asomarse al abismo: en una semana, ha recibido la advertencia del PNV, el ultimátum del president Torra desde una Catalunya que vuelve a convertirse en un polvorín político, y los recados de Unidos Podemos, que también presiona en la semana clave de los Presupuestos estatales. Sánchez tiene que presentar su borrador estos días, y enviarlo como muy tarde el próximo lunes a Bruselas. En ese contexto, comienza a reconducir su relación con los jeltzales, cuyos cinco escaños en el Congreso son decisivos.

Además, la nueva tarifa, que podría tener consecuencias en la generación de empleo y la recaudación, ya ha entrado en vigor y queda a salvo de que un hipotético adelanto electoral deje en papel mojado los compromisos verbales. Desde ayer se especula con fuerza sobre la posibilidad de que Sánchez convoque elecciones inmediatamente después de los comicios andaluces del 2 de diciembre si el resultado es bueno. Con la entrada en vigor del acuerdo ayer, el riesgo de que quede en agua de borrajas está conjurado. La única amenaza que se cierne parece agua pasada: la Comisión Europea no ha dado señales de impulsar la demanda del Síndic de Greuges catalán, que denunció un agravio comparativo el año pasado porque el acuerdo no beneficia a su territorio, conectado a una red de potencia inferior. El acuerdo sí beneficia a empresas de Asturias y Andalucía, entre otras. Lakua no ve con preocupación ese flanco abierto y no espera novedades.

El acuerdo fue recibido con alborozo en el Gobierno vasco, empezando por el lehendakari, que recordó cómo la empresa vasca “ha visto penalizada su competitividad respecto a la industria del resto del Estado, y hoy podemos decir que por fin esta discriminación queda superada tras una intensa reivindicación política, institucional y sectorial ejercida durante varios años”. La consejera de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantxa Tapia, reconoció este hito, pero recordó que la industria estatal, en general, sigue siendo menos competitiva que la europea, donde rivales directos en el mercado como Alemania, Francia o Italia tienen otros mecanismos para bonificar a las empresas o aliviar el coste eléctrico en los Presupuestos. Aseguró que seguirá trabajando con el Ministerio de Energía para encontrar una solución.

El Grupo Vasco en el Congreso, por su parte, aseguró a través de un comunicado que el pacto “es una buena noticia porque por fin se establece una tarifa eléctrica justa y competitiva”, pero matizó que “este no es más que un primer paso” en el listado de acuerdos pendientes con el Ejecutivo español”. “Con este gesto queda demostrado que con voluntad política se pueden sortear los obstáculos”, zanjaron.