Bilbao - El PNV, acostumbrado a ser el centro de todas las miradas cada vez que se aproxima la tramitación de unos Presupuestos estatales, tomó ayer una decisión muy compleja en el contexto más delicado y con la mayor presión política y mediática que se recuerda. Sus cinco representantes en el Congreso de los Diputados votaron a favor de los Presupuestos de Mariano Rajoy con el artículo 155 de la Constitución española aún vigente en Catalunya, que todavía no ha recuperado su autogobierno. Los jeltzales habían condicionado su apoyo al cese de ese artículo, pero han decidido salvar las Cuentas por considerar que es la mejor contribución que pueden hacer para que Catalunya vuelva a la normalidad.
Creen que no le harían ningún favor si dejaran caer los Presupuestos y provocaran un brote de inestabilidad en el Estado, que muy probablemente acabaría en un adelanto electoral y en una competición peligrosa por ver quién defiende mejor la unidad de España entre Mariano Rajoy y Ciudadanos, todo ello con el Congreso disuelto por la convocatoria y, por tanto, con una capacidad muy mermada de control político por parte de la oposición. El 155 se alargaría y las elecciones podrían saldarse con el triunfo de Rivera, precisamente todo lo contrario al objetivo perseguido. El PNV cree que su decisión ha sido la mejor y, además, tiene la conciencia tranquila porque la mayor parte de los objetivos que perseguía con su marcaje a Rajoy se han cumplido: ya hay un president legítimo, Quim Torra, porque el Gobierno español no recurrió el voto delegado de Toni Comín.
A partir de ahí, la conformación de un Govern legal y el cese del 155 será inminente, a juicio del PNV, que esta vez no ha conseguido una garantía clara por parte de ninguna de las partes, aunque sí se mantiene puntualmente informado y cree que se va a reconducir la situación. Además, aprobando los Presupuestos evita romper la baraja con Rajoy y mantiene su posición privilegiada para seguir ejerciendo presión política a favor del diálogo.
Nadie oculta que en esta decisión ha pesado mucho el acuerdo sobre las pensiones para incrementarlas con arreglo a la evolución de los precios (IPC), y la dificultad de dar marcha atrás una vez generada la expectativa en un colectivo de 550.000 personas en la comunidad autónoma y también muy numeroso en el Estado. Además, han sido determinantes los 540 millones de euros consignados para el territorio en los Presupuestos. En cualquier caso, el PNV no podía tomar una decisión haciendo abstracción del 155, y lo ha tenido muy en cuenta como elemento central en su análisis, con la conclusión de que aprobar las Cuentas acerca el final de la intervención. Es consciente de que la izquierda aber-tzale, Podemos y algunos sectores de la política catalana van a buscar su desgaste, aunque hacer caer las Cuentas también le hubiera abierto un frente con los pensionistas. Ninguna decisión estaba exenta de riesgos. Fuentes jeltzales aseguran que se han mantenido en contacto con los grupos catalanes, y que han recibido “mensajes muy positivos de comprensión y agradecimiento”.
El PNV ha defendido su línea roja sobre el 155 porque podría aplicarse en Euskadi en el futuro. Los jeltzales han exigido a Rajoy que ponga fin a la intervención y no tome más decisiones que eleven la temperatura del conflicto. El Gobierno español no recurrió el voto de Comín y se comprometió a retirar el 155 en cuanto se conformase un Govern. A partir de ahí se han producido movimientos por parte de los soberanistas catalanes para proclamar a los consellers presos y huidos, una estrategia que ha demorado el cese del 155 pero que, a juicio del PNV, se enmarca en las decisiones autónomas de JxCat. Los jeltzales respetan esas decisiones y comparten que los cargos en prisión deberían ser puestos en libertad, pero no han mostrado públicamente una adhesión a su planteamiento para la conformación del Govern y hubieran preferido que se abriera de inmediato la fase de la normalización de las relaciones entre Catalunya y Madrid.
paga extra en julio Con su apoyo a las Cuentas, garantiza la subida de las pensiones en un 1,6% este año, con carácter retroactivo desde el 1 de enero, de manera que los jubilados van a recibir en julio una paga extra con las cantidades adeudadas en el primer semestre. Las pensiones volverán a subir el próximo año un 1,6% o el IPC del momento. Las prestaciones de viudedad también suben y, según el cálculo de los jeltzales, las viudas vascas van a recibir de media cien euros más gracias al aumento de la base reguladora (el porcentaje de la pensión del fallecido que recibe el cónyuge) del 52% hasta el 56% este año y el 60% el próximo. El factor de sostenibilidad que pretendía ligar las pensiones a la esperanza de vida se aplaza a 2023.
En el capítulo de las inversiones, el PNV amarra 540 millones, la mayoría de ellos por los compromisos pactados el año pasado sobre el Tren de Alta Velocidad (306 millones) o la tarifa eléctrica de la industria vasca (40 millones). De esa cantidad, 70 millones corresponden a las enmiendas parciales que le ha aceptado este año el PP. Rajoy salvó ayer sus Cuentas por la mínima, con los 176 votos de PP, C’s, Coalición Canaria, PNV y Nueva Canarias. El proyecto es determinante para salvar su legislatura porque tiene asumido que el próximo año deberá decretar la prórroga por las elecciones municipales y en varias autonomías. Las Cuentas se tramitarán ahora en el Senado.
El portavoz jeltzale en el Congreso, Aitor Esteban, aseguró ayer que no ha sido fácil tomar esta decisión, pero que el 155 se va a levantar de manera “inminente” porque “en cuestión de poco tiempo habrá un Govern sin tacha”. “No lo digo a humo de pajas”, aseguró. A su juicio, vetar las Cuentas alargaría el 155 y beneficiaría a C’s.
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