donostia - La Fiscalía de la Audiencia Nacional anunció ayer que ya investiga el recibimiento del domingo en Andoain a Ignacio Otaño e Iñaki Igerategi después de que cumplieran cada uno una condena de seis años de prisión acusados de informar sobre las rutinas del que fuera jefe de la Policía municipal que ETA asesinaría, Joseba Pagazaurtundua. A lo largo de la mañana, tanto el delegado del Gobierno español en la CAV, Javier de Andrés (PP), como Covite habían revelado su intención de llevar el acto a los tribunales por posible “humillación” de las víctimas de ETA.

El órgano de la Audiencia Nacional que dirige Jesús Alonso avanzó a la agencia Efe que su intención era solicitar el preceptivo informe policial para, si apreciara un posible enaltecimiento del terrorismo, remitir las diligencias al juzgado correspondiente. Tras salir de las cárceles de Monterroso, en Galicia, y Badajoz, Otaño e Igerabide llegaron a su localidad natal, donde en un acto de pocos minutos fueron recibidos con un aurresku y una entrega de flores ante dos centenares de personas y la pancarta Ongi etorri. Bi gutxiago.

Horas después del acto, el lehendakari, Iñigo Urkullu, consideró ayer que este tipo de acciones pueden suponer “una nueva victimización de las propias víctimas del terrorismo”, por lo que rechazó “de plano” estas iniciativas.

Durante la puesta en marcha del Centro de Recursos Pedagógicos en Derechos Humanos que acoge el Palacio de Aiete, Urkullu quiso subrayar que, como ha ocurrido en ocasiones anteriores, “son los jueces los que dictan el permiso o no permiso de la celebración de este tipo de actos”. Uno de los casos mediáticos reciente ha sido el adiós en Lazkao tras la muerte de la miembro de ETA Belén González Peñalva, que el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón permitió celebrar a instancias de la Fiscalía, pese a la posición de la AVT y Covite, que denunció a posteriori el acto.

El lehendakari reconoció ayer que está al tanto de la iniciativa que los populares vascos, que el domingo denunciaron el acto por los dos liberados con otra concentración en recuerdo a Pagazaurtundua, llevarán esta misma semana al Parlamento Vasco. Esta iniciativa parlamentaria contará, en palabras de Urkullu, “en su caso, con las enmiendas que los grupos parlamentarios estimen pertinentes”.

“Espero que, de la misma manera que en otras instancias fuera de la Comunidad Autónoma (Vasca) ha habido posicionamientos institucionales en relación a estos actos que pueden suponer una ofensa para las víctimas, también en el Parlamento Vasco haya un pronunciamiento claro en este sentido”, deseó el lehendakari, en referencia a la declaración institucional que en diciembre impulsaron en Nafarroa el PSN, Geroa Bai e Izquierda-Ezkerra para rechazar los homenajes “a personas que pertenecieron a ETA o que estuvieron relacionadas con la banda y que suponen una revictimización para las víctimas”. Las demás formaciones del arco parlamentario votaron a favor, salvo EH Bildu, que se abstuvo.

Lo sucedido en Andoain recibió múltiples valoraciones a lo largo del día. También la protesta que organizaron varios militantes del PP, incluidos su secretaria general en la CAV, Amaya Fernández, y el líder en Gipuzkoa, Borja Sémper. La presidenta del BBB, Itxaso Atutxa, se negó a “justificar” el acto de bienvenida a los “soplones” del asesinato de Pagazurtundua, pero aseguró en Onda Vasca que, más que “un PP enfrentándose a los que se manifestaban”, es necesario un PP “construyendo en positivo”.

“Si este es el nuevo PP vasco, con su secretaria general en este tipo de actitudes de voy a la calle y me enfrento, no lo veo”, aseguró Atutxa, que ve a los populares “retrotrayéndose muchos años cuando, de este tipo de cuestiones, en aquel momento actos terroristas, intentaba sacar réditos políticos y electoralistas”.

Horas después, fue la propia Fernández quien en declaraciones a Efe respondió que “esperaba más del PNV” y se preguntó qué hubiera hecho la formación jeltzale “si el PP vasco no hubiera acudido a Andoain; si hubiera criticado el homenaje a dos terroristas o lo hubiera pasado por alto como lo ha hecho hasta ahora”. La secretaria general del PP de la CAV aseguró que en 2017 hubo hasta 78 actos como los de Andoain, al que esta vez el PP decidió acudir.

“Cuando está en juego que las nuevas generaciones vean a los terroristas como a héroes es muy preocupante que el PNV solo tenga palabras de crítica para quienes sacan los colores a los asesinos orgullosos de serlo”, elevó Fernández el listón de sus críticas antes de extraer la conclusión de que “con un gobierno no nacionalista esto no hubiera ocurrido”.

Por su parte, la portavoz del PSE de la localidad, Maider Laínez, coincidió en “la ofensa, el menosprecio y la humillación” que supuso el acto del domingo. “Se ha recibido como a héroes a dos terroristas que ayudaron a asesinar a nuestro compañero Joseba Pagazaurtundua al que homenajeamos la semana pasada en el decimoquinto aniversario de su asesinato”, afirmó.

Tras mostrar su “solidaridad y cariño” a la familia de Pagazaurtundua, la portavoz socialista, que anunció que presentará una moción de condena para que lo apruebe el pleno, instó a “trabajar por el nuevo tiempo con hechos, el tiempo de la razón y no de la fuerza, de la cultura de la paz y no de la cultura de la violencia, de la dignidad de todas las víctimas del terrorismo”, petición que extendió de forma expresa a la alcaldesa, Ane Karrere (EH Bildu), cuyo “silencio” calificó de “inaceptable”.

Pugna PP-Ciudadanos Quien también se pronunció sobre el acto de Otaño e Igerategi, y la concentración de la docena de militantes populares fue el secretario general de Sortu, Arkaitz Rodríguez, quien consideró que “el PP, y no solo el PP, está demasiado interesado en perpetuar una situación de conflicto, en estirar el chicle del conflicto armado sencilla y llanamente, aunque resulte duro de decirlo y más duro de escucharlo, porque obtiene réditos políticos de ello”.

“El PP está compitiendo con Ciudadanos y, desgraciadamente, también con el PSOE para ver quién tiene la bandera española más grande, y parece que quiere hacer caballo de batalla en última instancia del conflicto habido en este pueblo”, aseguró Rodríguez, que vio a los populares “más cómodos en el ciclo anterior, de enfrentamiento, y están tratando de perpetuarlo a través de este tipo de propaganda, que es lo que fue en última instancia la contramanifestación, el escrache que realizó el PP”.

Rodríguez justificó esta interpretación en que el PP “no tiene oferta democrática para este país, como hemos podido comprobar en Catalunya más allá del empleo de la violencia estatal; y en que son unos hechos que, por lo visto, parecen rendirles beneficios políticos y electorales del Ebro para abajo. Afortunadamente, ese tipo de posturas obstruccionistas de la paz y la normalización política aquí gozan de un respaldo más bien escaso”.