GINEBRA. "No iré a Madrid" a declarar ante el Tribunal Supremo, anunció Gabriel este martes en una entrevista concedida al diario suizo "Le Temps", en la que opinó que "está siendo perseguida" en España por su actividad política como líder independentista y que no tendría un juicio "justo" ni imparcial en los tribunales españoles.
Ése es el argumento que la exdiputada regional esgrime no solo en público, sino también a través de sus abogados suizo, Olivier Peter, y catalán, Benet Salellas, quien hoy remitió al juez Pablo Llanera un documento en el que recuerda que los derechos fundamentales de su clienta "se verían gravemente comprometidos si aceptara voluntariamente" participar en el procedimiento.
Salellas afirmó además en una rueda de prensa en Barcelona que la dirigente anticapitalista "no ha huido, ha buscado refugio como tantas otras personas en el planeta debido a una persecución política", en su caso por una "causa general contra Cataluña".
Por no ir a declarar ante el Supremo, Gabriel se arriesga a ser objeto de una orden de extradición o comisión rogatoria, pero Peter, consideró hoy en ese mismo diario suizo ese extremo poco probable a la vista de que España retiró su solicitud en el caso del expresidente autonómico Carles Puigdemont, prófugo de la justicia española en Bélgica junto a cuatro exconsejeros.
Con Gabriel, de los veintiocho investigados en la causa por el proceso independentista ya son seis los huidos de la Justicia.
Según el letrado suizo, especializado en la defensa de los derechos fundamentales ante instancias internacionales como la ONU y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y que ya ha defendido a la etarra Nekane Txapartegi en el proceso de extradición el año pasado, Gabriel "no tendría un proceso justo en España".
"Mi cliente está siendo perseguida por motivos políticos, lo que convierte una solicitud de extradición en ilícita", opinó el letrado.
Gabriel rechaza las acusaciones que pesan contra ella en España, al afirmar que "siempre he hecho campaña a favor del referéndum, pero pacíficamente" y asegurar que "la cuestión de Cataluña debería poder resolverse políticamente, pero las autoridades españolas quieren acallar el independentismo a través de la represión".
La dirigente de la CUP comparó la situación catalana "con lo que ocurre en estos momentos en Turquía", y denunció lo que considera una "caza de brujas" en España con cerca de "900 personas bajo investigación o acusadas, entre ellos profesores, policías, políticos y simples votantes" por el proceso de independencia.
En un buen francés, Gabriel asumió en otra entrevista concedida hoy a la radiotelevisión pública francófona RTS que el juez Llanera podría pedir este miércoles mismo a Berna su detención y posterior extradición, en cuyo caso pediría en Suiza asilo político.
"Por el momento no he pedido asilo político. Si me quedo aquí intentaré reanudar la vía académica. Yo era profesora de Derecho en la Universidad de Barcelona. Intentaré trabajar, intentaré instalarme aquí", dijo la dirigente de la CUP.
"Y si no puedo porque hay una solicitud de extradición, solicitaré asilo político", añadió la exparlamentaria, quien considera que Suiza "no acepta la extradición de perseguidos políticos" como se considera ella misma.
El Gobierno suizo dijo hoy que "a priori" el caso de Gabriel parece estar ligado a delitos políticos que en Suiza no tienen base jurídica, por lo que una eventual solicitud de extradición o de asistencia jurídica por parte de España no llegaría a ser tramitada.
No obstante, "una eventual solicitud por parte de España a Suiza debería ser analizada con precisión", subrayó a Efe el portavoz del Departamento de Justicia, Folco Galli.
Por su parte, el ministro español de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, quien prevé participar la próxima semana en Ginebra en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, aseguró hoy no tener ningún temor de que la relaciones con Suiza se resientan por que Gabriel haya anunciado que permanecerá en el país alpino.
Por ahora, la presencia de Gabriel en Ginebra no ha despertado el interés de los ginebrinos, pero algunos políticos suizos, como el socialista Mathias Reynard, le prometió en un tuit que "la Suiza de los derechos humanos y de la democracia directa" será un lugar seguro para ella.
También la consejera municipal de la ciudad de Ginebra Amanda Gavilanes dio en Twitter su respaldo a Gabriel y a "todos aquellos que se encuentran en prisión y delante de la Justicia por defender sus convicciones".