MADRID. Iñaki Urdangarin y su esposa, la infanta Cristina de Borbón, utilizaron en el año 2003 sus correos profesionales para intercambiar fotomontajes y comentarios humorísticos sobre el entonces presidente del Gobierno español, José María Aznar. Según informó ayer El Mundo, las burlas alcanzaron también a Ana Botella, actual alcaldesa de Madrid y esposa del expresidente del Ejecutivo. En un fotomontaje enviado por el duque de Palma a la infanta en abril de 2003 aparece Botella alzando a un bebé con la cara de Aznar con el mensaje "¡No a la clonación!".

Urdangarin envió los correos a través de su cuenta profesional del Instituto Nóos, una organización sin ánimo de lucro que fundó junto con su exsocio, Diego Torres, y por cuya gestión ambos han sido imputados como sospechosos de haberse apropiado de seis millones de euros de dinero público. Los correos difundidos por el rotativo madrileño, que no se encuentran en el sumario que instruye la Justicia, incluyen bromas como la titulada "Instrucciones para eliminar a Aznar", donde se muestran los pasos para borrar un fichero con el nombre del expresidente, así como fotografías del presidente de honor del PP en traje de baño. El yerno del rey Juan Carlos también utilizó su cuenta de la Casa Real para burlarse de Aznar con correos que la infanta recibió en La Caixa, entidad financiera para la que trabaja desde hace 20 años.

El abogado de Iñaki Urdangarin, Mario Pascual Vives, se limitó a decir a las puertas de su despacho de Barcelona que los correos electrónicos no le merecen "ninguna verosimilitud". El portavoz de ERC en el Congreso, Alfred Bosch, afirmó que no le extrañaban los mensajes y agregó que el duque de Palma se hace "un mal favor a sí mismo" con esta actitud.

Por otra parte, la Agencia Tributaria sostiene en un informe, realizado a petición de la Fiscalía que presentará en los próximos días, que no hay elementos para imputar a la infanta Cristina por fraude fiscal y atribuye la totalidad de los ingresos de la sociedad Aizoon a su esposo Iñaki Urdangarín, indicaron ayer algunos medios. Según esta versión, el estudio pormenorizado de sus diez últimas declaraciones, desde 2000 a 2010, no reflejaría ni una sola irregularidad fiscal.