El PNV está "harto" de la manipulación de la izquierda abertzale sobre los presos

Donostia. A tres días de la marcha convocada por Herrira y que recorrerá las calles de Bilbao en defensa de los derechos de los presos, la izquierda abertzale y el PNV se enzarzaron ayer en un cruce de declaraciones en el que los primeros acusaron a los segundos de "engañar a la sociedad vasca" y los jeltzales dijeron estar "hartos de las manipulaciones de la izquierda abertzale".

El intercambio de declaraciones partió de la posición que tomó el martes el lehendakari, Iñigo Urkullu, cuando aseguró en una entrevista concedida a Onda Vasca que su formación no asistiría a la marcha de la capital vizcaina al tiempo que consideró "mucho más productivo" el trabajo "discreto y silencioso" que la convocatoria de manifestaciones.

"Es mentira que el PNV esté trabajando discretamente por los presos", respondió ayer el dirigente de la izquierda abertzale Pernando Barrena, quien justificó su declaración en "el tiempo que ha transcurrido desde la decisión de ETA de dar por finalizado la lucha armada y la situación de los presos desde entonces, sin que se haya dado ningún paso para hacer desaparecer la política de excepción en la que se sustenta la política criminal del PP".

Tras asegurar que "la dirección del PNV y Urkullu están engañando a la sociedad vasca cuando hablan de trabajo discreto", Barrena, que extendió la acusación de falta de "voluntad política" al PSE-PSN, destacó "la absoluta inacción que deja al PP las manos libres para que siga con su política criminal y su boicot permanente al proceso. Tras este envoltorio del PNV no hay nada, nada".

Respuesta del PNV Pocos minutos después de que Barrena concluyera su intervención en Donostia, el responsable institucional del PNV, Koldo Mediavilla, respondía en su blog (koldomediavilla.blogspot.com) al dirigente de la izquierda abertzale.

"Harto de las manipulaciones de la izquierda abertzale", Mediavilla entendió que "tanta obsesión" por adjudicar al PNV "responsabilidades que no nos corresponden puede obedecer a la sempiterna tentación que tiene la izquierda abertzale de culpar siempre a los demás de lo que no se atreve a reconocer como fracaso propio".

"La izquierda abertzale sabe, conoce de primera mano, las gestiones llevadas a cabo, alguna de estas por su propia petición, por el PNV" en materia penitenciaria, aseguró Mediavilla, quien afirmó que los jeltzales no restan "legitimidad a la marcha, pero que claramente entendemos que dicha iniciativa no encaja en nuestra estrategia, que es la suya y la respetamos pero no compartimos".

Por eso, tras recordar que "el PNV ha presentado sus planteamientos tanto a la izquierda abertzale como al Gobierno español" y se compromete a no quedarse "con los brazos cruzados si unos u otros no son capaces de dar pasos adelante", volvió a mostrarse "harto de las imputaciones" de la izquierda abertzale, a quien emplazó a reflexionar "para saber si su estrategia es acertada o no. Que salgan a la calle si quieren y que lo hagan todo lo masivamente que puedan. Pero cuestiónense al día siguiente de la exitosa marcha si con ella han conseguido algo o no. Y, si el día 13 están igual que el día 11, vayan pensando en hacer algo distinto".

Más allá de este cruce de acusaciones, los dirigentes de Ezker Anitza, Izquierda Unida de Nafarroa y Ba-tzarre reclamaron ayer un cambio de la política penitenciaria, pero adelantaron que no acudirán a la marcha al entender que "la defensa radical de los derechos individuales de los presos, el trato justo sin excepcionalidades ni castigos añadidos debe ser compatible con la deslegitimación y el rechazo también radical a la violencia que tanto dolor ha causado a nuestro pueblo".

Quienes sí estarán en la capital vizcaina serán distintas comunidades cristianas populares, que ayer emplazaron en Donostia a los obispos vascos a que "también hagan oír su voz con motivo de la manifestación".