bilbao. La organización juvenil ilegalizada Segi anunció ayer su disolución en las páginas de los diarios Gara y Berria con el argumento de que, aunque "ha hecho un camino fructífero, hoy la herramienta se ha agotado" y reconociendo como uno de los factores determinantes, la presión policial.
Esta decisión, que anuncian dos portavoces habituales de Segi, va en la línea de lo que afirmaba un documento interno en el que se anunciaba la creación de una nueva organización juvenil, Kimua. Los portavoces explican que la decisión ha sido fruto de un año de reflexión y balance de la actividad de Segi.
En ese debate, ha llegado a la conclusión de que "uno de los factores a tener en cuenta ha sido la represión", en referencia a la presión policial y a la ilegalización de Segi. "Es visible que ha tenido efecto en nuestra actividad. Nos ha llevado a dinámicas cortas, porque había que responder a los golpes y eso empobreció nuestro proyecto político", señalan. "Sabemos que hemos sido muy criticados por esa dinámica de respuesta en el calle".