BILBAO. La Audiencia Nacional ha decidido reabrir el caso del asesinato de Juan Carlos García Goena, el último atentado de los GAL el 24 de julio de 1987 en Hendaia. El sumario fue archivado provisionalmente por el entonces magistrado encargado del caso Baltasar Garzón, pero el juez Pablo Ruz, a instancias de la Fiscalía, ha decidido retomarlo. El magistrado quiere buscar a los autores intelectuales y materiales del coche bomba que acabó con la vida de García Goena, un joven objetor de conciencia exiliado en Iparralde y sin ninguna vinculación con ETA. El juez ha pedido a la Dirección General de la Policía un informe sobre el atentado y próximamente citará como testigo a Laura Martín, la viuda de García Goena que ayer atendió a DEIA para hablar sobre la reapertura del caso.

¿Cómo ha recibido la noticia de que el juez reabre el caso de su marido?

Estoy contenta con la reapertura del caso, pero prefiero ser prudente. Tengo miedo a sufrir una nueva decepción.

¿El sumario le resultó frustrante?

Yo hablé con el juez Garzón y le dije que no estaba de acuerdo. Si se quiere se puede llegar hasta el final. Pienso que hubo presiones del altas instancias del Gobierno socialista que lo impidieron

¿Con un nuevo juez y una instrucción distinta, cree que se pueden esclarecer los hechos?

Pienso que si el juez cumple con su obligación y no se deja presionar, sí se pueden aclarar los hechos. En este sumario llega un momento en que se llega hasta ciertas personas a la que no hay que tocar y ahí se para todo. El 17 de enero de 1995 Garzón me prometió que si el sumario quedara en sus manos yo sabría quién asesinó a Juan Carlos. Él hizo unas diligencias y llegó un momento en que por alguna razón no llegaba hasta los autores materiales del atentado, pero yo no me lo creo.

José Amedo y Míchel Domínguez fueron absueltos del asesinato de su marido en el primer juicio.

Estoy convencida de que Amedo no tuvo nada que ver con el atentado contra Juan Carlos. Hacía falta un chivo expiatorio sobre el que cargar todas las culpas y ese fue Amedo. Pero por los datos que yo he podido recopilar, descarto su participación en este caso. Puede ser que él sepa algunas cosas, pero solo eso.

¿A quién señala entonces?

Detrás de este atentado estuvo la denominada trama verde, la Guardia Civil, y es conocido quién estuvo detrás de esa trama.

¿Por qué cree que el juez ha reabierto el caso?

La raíz de la reapertura está en las revelaciones de un periódico que indicaba que los GAL se valieron de una fotografía que nos hicimos mi marido, mi hija y yo en un estudio fotográfico de Hendaia, muy cerca de la oficina donde trabajaba Juan Carlos, en los ferrocarriles. No entiendo por qué existe esa foto, si solo fuimos a hacer una foto de nuestra hija para regalársela como recuerdo a sus abuelos. No recuerdo que el fotógrafo nos hiciera una foto a los tres, que es la que luego, según reveló el diario El Mundo, apareció en poder de los mercenarios para identificar a Juan Carlos como objetivo del atentado. Es evidente que la hizo pero no con nuestro consentimiento, porque yo he huido de las fotos y, sobre todo, porque solo queríamos una foto de nuestra hija.

¿Tiene sospechas sobre autores o colaboradores materiales y sobre autores intelectuales?

Ya he dicho que está la trama verde, pero además en los días previos y el mismo día del asesinato de Juan Carlos se produjeron en su lugar de trabajo varias circunstancias sospechosas. Aquella semana trabajaba de tarde, pero casualmente el día anterior del atentado le avisaron que al día siguiente tenía que ir por la mañana. Estoy convencida, lo sé, que allí había gente que pudo colaborar con los mercenarios del GAL que mataron a mi marido.

Un cuarto de siglo después y con muchas incógnitas por despejar.

Los últimos meses he estado muy alterada con este asunto y hoy [por ayer], cuando he conocido la noticia de que el juez Pablo Ruz ha reabierto el caso me he quedado muy decaída, aunque al mismo tiempo estoy contenta porque veo que se abre una posibilidad. De todas formas, tengo miedo. No sé si a pegarme otro tortazo o a que esa verdad que tanto deseo me haga mucho daño.

El testimonio del fotógrafo sería muy importante.

Me dicen que me van a llamar a declarar y que van a comenzar la investigación del atentado. También dicen que van a intentar la posible localización del fotógrafo. Yo exijo la localización del fotógrafo. El estudio fotográfico estuvo abierto durante muy poco tiempo y muchos vecinos de Hendaia ni se acuerden de que existiera.

¿Qué espera ahora de la justicia?

No busco venganza sino verdad, pero no puedo ocultar que si con la reapertura del caso alguien se inquieta habremos conseguido algo.

¿Cree que puede que alguien se siente en el banquillo de los acusados?

No es esto lo que más me importa a la hora de remover este asunto con el que cargo desde hace veinticinco años. Solo quiero la verdad. En cualquier caso, la justicia llegaría muy tarde.