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Un programa con dos patas

Un programa con dos patasFoto: i. k.

baiona

El programa elaborado por la coalición EH Bai "descansa sobre dos piernas", en palabras del candidato Peio Etxeberri-Aintxart. "Por un lado, la defensa del proyecto aber-tzale, que demuestra ser más fuerte que las divisiones administrativas que nos han sido impuestas, esto es, luchamos por lograr el reconocimiento institucional del País Vasco, la oficialización del euskera y la solución del conflicto, y por otro lado, desde hace ya 15 años, estamos trabajando para abrir nuestro mensaje a toda la población de Iparralde, haciendo propuestas progresistas sobre empleo, vivienda o transporte", apunta Etxeberri.

En el caso de la 6º circunscripción, por ejemplo, indica el candidato de EH Bai, en Biarritz o Donibane Lohizune, donde mucha gente no consigue encontrar una habitación para vivir, el 40 o el 45% de las viviendas son segundas residencias y están vacías la mayor parte del tiempo: "Hemos hecho una proposición de ley que prevé el establecimiento de impuestos especiales para la segunda vivienda, que no existe hoy, bien para obligar a sus propietarios a reconducirlas al mercado o para permitir que las instituciones locales recauden dinero suficiente con el que construir nuevas viviendas sociales".

EH Bai también defiende a capa y espada su oposición al TAV y "somos la única formación política que se opone al proyecto", según indica Etxeberri. "Lo que necesitamos son soluciones alternativas, poder gestionar el transporte en el territorio de forma ecológica, y para ello es preciso dotarnos de un cuadro político con competencias de ordenación territorial. Hoy tenemos una autopista, una línea de tren infrautilizada, más el proyecto de tren de alta velocidad, dos aeropuertos, uno en Miarritze y otro en Hondarrabia, un puerto industrial en Baiona y otro proyecto faraónico en el puerto de Pasaia, y pese a todo, llegar a casa por las tardes es insoportable cada día", apunta.

La candidata de EH Bai por la circunscripción del interior Anita Lopepe subraya, por su parte, la importancia de lograr competencias en materia de ordenación territorial "para luchar contra el olvido al que estamos sometidos en el interior del país". Pone como ejemplo el estado de desidia en el que, a su juicio, está la línea ferroviaria que une el interior con Baiona: "Hace unos años amenazaron con destruirla y gracias a las movilizaciones locales logramos que acometieran obras de remodelación, pero solo en el tramo entre Baiona y Cambo, y aún hoy todavía se necesita 1 hora y 20 minutos para llegar desde Donibane Garazi hasta Baiona".

Según Lopepe, "hay un enorme potencial en el interior del país y se ha demostrado que es necesario dotarse de una colectividad territorial para desarrollar competencias de desarrollo económico, porque en Zuberoa, por ejemplo, vemos que las relaciones entre Euskadi y Aquitania pasan por encima de nosotros, hay una lógica que se impone sobre el eje de la costa y dejan de lado todo el interior, para ellos es la periferia, bien que para nosotros sea el centro del mundo".

voz en parís Para Laurence Hardoin, abogada y militante de Cimade (asociación para la defensa de los inmigrantes) y candidata por la 5ª circunscripción, "nuestra voluntad es ser portadores de la voz del País Vasco en París, porque somos conscientes de que por parte de algunos candidatos existe una voluntad puramente electoralista, a la hora de defender una institución territorial propia. Nosotros queremos que las palabras se conviertan en hechos y que las aspiraciones de la población sigan siendo escuchadas después del 17 de junio (día de la segunda vuelta electoral) sin que caigan en el olvido".

Hoy con la globalización y la crisis económica, frente al problema de la deuda y la austeridad, apunta Hardoin, "defendemos que la deuda no es nuestra, sino de los ricos, y a nivel local hemos elaborado un programa social, proponiendo por ejemplo la implantación de las 32 horas de trabajo, porque creemos que para crear empleo hay que compartir las riquezas. Si las 35 horas han sido un fracaso ha sido solo porque los empleadores no han tenido la obligación de contratar, quiere decir que ha habido una reducción de cargas sociales pero sin establecer como condición la contratación de más empleados".

Si las 32 horas se ponen en practica, indica la representante abertzale, el empleador se verá obligado a crear más empleo y "solo así podrá solucionarse el mal del desempleo. Compartir el tiempo de trabajo no es un herejía, estamos en una sociedad donde cada más gente tiene ganas de existir y el trabajo no debe ser un fin en sí mismo, sino que debemos trabajar de forma inteligente sin generar situaciones de precariedad como las que vemos hoy".

Peio Etxeberria, por su parte, denuncia que se les acusa de ser anticapitalistas o de extrema izquierda: "Nosotros lo que vemos es que en esta situación de crisis se están creando terribles desequilibrios".