Madrid. Un mes y medio después de que el Tribunal Constitucional avalara la doctrina Parot, la Audiencia Nacional ha vuelto a valerse de este vericueto legal para prolongar la estancia en prisión de dos presos de ETA. Se trata de Asier Ormazabal Lizeaga y de Josune Onaindia Susaeta, según han denunciado fuentes del entorno de los reclusos de la organización armada.

Ormazabal Lizeaga, nacido en Hernani, se encuentra encarcelado desde hace quince años, actualmente en la cárcel de Teruel. Por su parte, Onaindia Susaeta, natural de Barakaldo, fue detenida en 1992 y tenía fijada su puesta en libertad el 9 de junio de este año. Actualmente se encuentra interna en Murcia. La aplicación de la doctrina Parot retrasará su salida de prisión hasta 2022.

La Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional condenó en 2004 a Ormazabal Lizeaga a 351 años de cárcel por ser el encargado de accionar el explosivo que el 20 de mayo de 1996 acabó con la vida del sargento del Ejército de Tierra Miguel Ángel Ayllón y causó heridas a otras cuatro personas. El atentado estaba dirigido contra un autobús militar sobre el que previamente la banda había hecho vigilancias para conocer su itinerario. Ormazabal y sus compañeros de comando colocaron dos coches robados cargados con cerca de doscientos kilos de amonal a ambos lados de la calle por la que debía de pasar el vehículo.

Además, Ormazabal y el resto de activistas situaron un tercer artefacto con apenas seis kilos del mismo explosivo en un contenedor cercano. Finalmente fue este artefacto de menor intensidad el único que los miembros de ETA lograron detonar, lo que evitó una masacre para la que los integrantes de la banda habían contado con una cantidad de explosivo similar a la empleada cinco años antes, en 1991, en el atentado contra el cuartel de la Guardia Civil en Vic cuando fueron asesinadas diez personas, cinco de ellos niños.

Ormazabal también fue condenado en 2004 por la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional a otros cincuenta años de prisión por el doble asesinato de dos agentes de la Policía española el 13 de enero de 1995 en Bilbao. Por su parte, Onaindia Susaeta fue condenada en 1994 a 62 años de prisión por la Sección Primera de la Sala de lo Penal del tribunal español. Asesinó junto a otros miembros de la organización armada a dos agentes de la Guardia Civil -uno de ellos de 22 años- en Gernika el 9 de septiembre de 1987.

Ya el pasado 4 mayo, la Audiencia Nacional decidió aplicar esta misma doctrina Parot al preso de ETA Juan José Zubieta Zubeldia, condenado por los asesinatos en la casa-cuartel de la Guardia Civil de Vic, lo que impedirá su salida de la cárcel hasta el 25 de mayo de 2021. Así consta en un auto dictado por la Sección Segunda de la Sala de lo Penal en el que se acuerda, con el aval de la Fiscalía, aplicar los beneficios penitenciarios con los que cuenta el recluso a los más de 1.600 años de cárcel que le impuso la Audiencia Nacional en un total de ocho sentencias y no al máximo de 30 años de cumplimiento efectivo en prisión.

desde 2006 El pasado 30 de marzo, el Tribunal Constitucional dio un espaldarazo en toda regla a esta doctrina instaurada en 2006 por el Supremo. La misma prolonga la estancia en prisión de reclusos con largas condenas al aplicarles los beneficios penitenciarios sobre cada una de las penas, en lugar de sobre el límite máximo de cumplimiento, que es de treinta años.

Precisamente, la derogación de la doctrina Parot es una de las demandas que ha puesto encima de la mesa el Colectivo de Presos Políticos Vascos -así como la izquierda abertzale-. El Gobierno de Mariano Rajoy, por su parte, ya ha dejado claro que no va a mover ficha en las cárceles más allá del plan de reinserción que acaba de poner en marcha para que los reos rompan con la banda.